Al intentar alargar tanto una saga como ocurre con esta quinpa parte de "Hellraiser" puede ocurrir que la historia cada vez tenga menos que ver con la esencia de la saga. Me explico: esta película no esta mal, pero creo que estaría mejor si hubiese sido una película que no tuviese nada que ver con la saga que nos ocupa. Aquí los zenobitas son la excusa para ponerlos como conciencia intranquila del protagonista. Además aparecen poco, diría como unos diez minutos en toda la película. Eso sí, muchísimo mejor que la tercera y cuarta entrega.

"The blair witch proyect" ha creado escuela. Desde que se estrenó han salido películas como champiñones imitando la originalidad de ésta. Cuando algo se imita da pocos buenos resultados. Ocurrió con "Little eye", "La puerta negra", "Monstruoso" y ahora con "Rec". Es tan falsa, se quiere parecer tanto al impacto que produjo "El proyecto de la bruja de Blair" en su momento que se queda en un vago intento por querer asustarnos. Desde el primer momento ya no te crees el documental porque todos, absolutamente todos están sobreactuados e intentan vender una actuación natural cuando todo está superforzado. Lo dicho, no hay que imitar nunca nada que no sale bien. Os puedo asegurar que cuando salí del cine agachaba la cabeza para que no me reconocieran.

No comprendo como algunos críticos dicen que esta segunda parte es buena, he leído que incluso mejor que la primera!!! (esto es ya demencial). Gremlins de Joe Dante mezclaba misterio, aventuras, comedia, terror en partes iguales y con una maestría poderosa y un sentido del ritmo vertiginoso. Con "Gremlins 2" todo el misterio se desvanece, lo que antes era asombroso ahora resulta vulgar y lo que antes nos resultaba divertido e ingenioso ahora es rancio y patético.

No se, será que la primera parte es para mí una obra maestra de ciencia ficción-terror y un clásico de los 80 y que marcó toda una generación. La primera parte estaba destinada a un público tanto juvenil como adulto, sin embargo ésta que nos ocupa desde luego está más encaminada a un público infantil sin demasiadas exigencias.

He dicho.

Ninguna película me ha cautivado emocionalmente tanto como la que se nos presenta. Cada fotograma tiene una mirada, un mensaje y una historia que nos hace remover nuestros sentimientos, nuestra conciencia, nuestra manera de ver la vida, la manera en que nos tratamos los seres humanos.

La dirección es impecable, los actores están sobrados destacando especialmente el cuarteto femenino protagonista que nos harán tanto reir como llorar. La música se adapta a la película como un guante, la fotografía es preciosa y la historia impresionante, a medida que transcurre la película una historia va metiéndose dentro de otra.

Pero lo más importante es lo que se cuenta: el valor de la amistad y el amor verdadero. Idgi y Ruth se quieren, y aunque no se haga explícito en la cinta se puede comprobar en cada mirada de las actrices (impresionante en este caso el trabajo actoral).

Bueno, no quiero ser reiterativo, "Tomates verdes fritos" es una gran película conmovedora. No apta para fachas, homófobos, xenófobos y corazones de piedra.

Creo que el título de esta critica resumen lo que quiero decir con esta tercera entrega de "Los chicos del maíz". Aunque en su argumento es bastante más interesante que la anterior y sus efectos especiales también el final de esta película destroza todo lo visto anteriormente. Por favor, y sin ganas de destripársela a nadie, ¿se pueden hacer unos efectos especiales tan sumamente malos cuando sale el monstruo del maizal?, por favor!!!!!, se ven los clip de famobil en la boca del monstruo y se ve claramente la tonteria de marioneta que han puesto. Lo dicho: el final destroza la película.