Por fin, una serie española, que evita la ultradramatización, excesivos personajes o metraje, o música electrónica a lo loco.

Lo que tenemos con Fariña, es una ABSOLUTA PASADA.

Trama acertada, un toque hispano que lo diferencia a las series yankees y que hace a la serie un honor patrio, ACTORES Y ACTRICES ABSOLUTAMENTE sobresalientes. una banda sonora GENIAL y una idea y una trama que aunque probablemente no todo sea tan verídico, sigue siendo lo suficientemente entretenida como para pasarlo a la pequeña pantalla.

En el apartado interpretativo, destacar a Tristán Ulloa (desde Mataharis, no le recordaba TAN SÓLIDO) y Antonio Durán.

La cantidad de subtramas, en su mayoría acertadas y entretenidas, le dan dinamismo a la serie.

¿Lo mejor de todo? Aquí los personajes se equivocan. Suena raro, pero en una época en la que en españa, todos los personajes son lo mejor en algo o un grupo de profesionales, etc, aquí tenemos una historia sencilla. Un grupo de gente buscando negocio, con sus errores y sus aciertos.

Corruptelas, las tramas de los amigos, las diversas aristas de los diversos personajes, esos parentescos (que aunque predecibles) derivan en otras cosas.

Hay mucho donde escoger. Únicamente me quedo con dos puntos que me gustaría se hubiese indagado más.

1) El padre de Tristán Ulloa, se menciona una vez, se da a entender que era de los malos, pero ahí queda.

2) Esos amigos que no se metieron en la Fariña y que pasado el tiempo se muestran con diferentes vidas. Hubiese sido interesante ver un poquito más de este aspecto.

Es bastante necesaria. Y merece mucho la pena. Un acierto en toda regla.

Parta de antemano que los primeros dos episodios, son desde luego más que recomendables. Y que la serie tiene un elenco SOBRESALIENTE y una trama interesante no lo pone nadie en duda.

Por otro lado el aspecto distópico de la serie...hay que tener un buen par. Aunque he ahí una de las trampas de la cinta.

Porque te pueden pintar la serie como algo distópico, pero todo acaba siendo el tema común, asesinatos, drogas y demás temáticas dejando el tema de la radiación como algo secundario.

Excesivas tramas secundarias (me sobra mucho la trama de Tamar Novas y Jiménez, o la parte política con Paú Dura, que aunque interesante queda mur relegada a un segundo plano y se podía haber eliminado)..

Por otro lado algunos personajes, como Manolo Solo o Marina Salas, parecen hechos para dar más matices al protagonista (o a los protagonistas).

¿Es una mala serie? Ni mucho menos. Y los diálogos están BASTANTE BIEN. Pero creo que daba más para una miniserie rollo Chernobyl de 4 episodios que a una serie de 8 donde lo que se hace es extender una trama, en vez de eso, se utiliza esta serie para tocar los temas de siempre (política, drogas, etc).

Y ahí a mí SÍ me decepciona. Por motivos que desconozco.

¿Qué tal lo primerísimo de Scorsese?

Pùes lo que dicen todos. Hay cimientos, hay un buen grupo de actores, inclusive unos personajes notables (ese Johnny Boy tan canalla que se hace hasta adorable y una banda sonora de diez (de hecho es UNA AUTÉNTICA MARAVILLA).


Dicho lo cuál, el guión es HARTO INSÍPIDO. Casi nada ocurre y hay largas escenas sobre todo al principio, donde no ocurre absolutamente nada.

Muchas escenas tratan más de diálogos más que de una trama en general. Algo destacable, pero que hace al filme quedar hueco.

¿Mala? No es horrible, pero dista mucho de un producto entretenido. Y sobre todo a día de hoy, es una película difícil de ver. Por otro lado, el hecho de que no cuente mucho...la hace algo olvidable.

Eso sí, uno no descartaría que se hiciese una película de Johnny Boy. Sería algo genial.

¿Qué tenemos aquí? Una pelea entre un agente full armani, contra un agente de la calle que malvive allá por dónde va, pelea constante de one-liners, una duración estimable y un villano poco interesante aunque siempre pueda ser bueno ver a Jack Palance.

Pero es que el largo en cuestión, tiene BASTANTES aspectos positivos. Un trecho final más que acertado (ciertos planos son dignos de admirar), un personaje femenino, decente y con matices (con una encomiable Teri Hatcher) y unas interpretaciones correctas y pasadas de rosca, que es justo lo que el largo pide.

Ah y que maravilla que Stallone pueda compartir en vez de trabajar en solitario. Esto está a años luz de Cobra.

Eso no quita que la película no sea una estupidez constante y que todo esto vaya de adrenalina a punto de explotar.

Pero la fórmula funciona. Y muchas veces con estos condimentos, no suele salir.

Pero lo que tenemos aquí, es cuánto menos destacable.

Curioso que nunca hubiese una secuela.

Ah y lo de Stallone modosito, es todo un acierto.

El principal fallo del filme, que ojalá hubiesen dado con un villano que fuese la horna del zapato de los protas.

Los primeros veinte minutos son de lejos lo mejor del largo. Bueno, eso y una idea original cojonuda.

Desgraciadamente la cinta tira por unos derroteros mucho más superficiales y prototípicos en la segunda parte. De hecho uno esperaba que se relatase con más intensidad esos policías adictos por trabajo y no por vocación, sin embargo esto queda algo echado para atrás, intentando darle un toque más estadounidense con tiroteos.

Mientras que si que se explica como es el proceso de infiltración, no se explica mucho el proceso policial ante una persona que pueda ser una adicta. Se supone que esto se reflejaría en el personaje de Sam Elliott, pero está dejado en un halo secundario.

Por otro lado el villano, al no dar mucha coba a los protagonistas, tampoco se nos consigue transmitir la sensación de peligro o de criminal.

¿Lo mejor? El personaje del yonqui que les descubre. Ese personaje si que está trabajado y atinado, aunque a mí parecer algo surrealista.

Visionable, pero excesivamente superficial y desperdiciando una idea de partida COJONUDA.