Es de extrañar que con la sordidez con la que Almodavar trata su cine pocas veces a tratado de lanzarse a hacer cine de género. Podría habría ser nuestro Polanski patrio, y si hay algo que lo demuestra es La Piel que habito. Una obra dura y sin tapujos, con el marcado sello de la casa (un poco esperable del manchego), y que aunque pierde oportunidad de ofrecernos algunos elementos argumentales bastante interesantes, es una cinta como pocas se pueden ver en nuestro cine.

Y como siempre su dirección y realización es mucho más que correcta.

Una de las mejores películas españolas de los últimos años sin duda.