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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
9
Ciencia ficción. Aventuras Año 1979, en una pequeña población de Ohio. Joe Lamb (Joel Courtney), un muchacho que vive en un pueblo de Ohio, acaba de perder a su madre en un accidente y vive con su padre, que es policía (Kyle Chandler). Meses después, durante el verano, Joe y sus amigos ruedan una película de zombis en Super 8 cuando contempla cómo una camioneta se estrella contra un tren de mercancías, provocando su descarrilamiento y un terrible accidente. A ... [+]
8 de septiembre de 2011
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No cabe duda de que aquel que ataque Super 8 lo hará porque: 1) Espera encontrarse con una especie de segunda parte o reverencia a la mítica E.T., por lo pesados que han sido los medios y los críticos al equiparlas, cuando en realidad Super 8 es un homenaje y revival de esa y muchas otras películas, de esa época y también anteriores; 2) Son aquellos que no pueden soportar que el éxito vaya acompañado de cierta inteligencia, como ya ha demostrado J.J. Abrams con todos sus films y series, por mucho que los detractores de Lost se nieguen a admitirlo; 3) Sencillamente, son aquellos incapaces de apreciar la calidad de un producto comercial, hecho, sí, para dar beneficios, pero también hecho con cariño, astucia y sentido del espectáculo cinematográfico por todo lo alto.

También es indudable que Super 8 va a ser minusvalorada por su condición de blockbuster, por su concesión al espectáculo, por pertenecer al género de ciencia ficción, y por homenajear a esos clásicos (de los que recordemos, en su día tampoco se decían tantas cosas buenas como las que se les atribuyen hoy...).

Pero a pesar de todo eso, o más bien con todo eso como bandera, Super 8 es uno de los más fascinantes espectáculos veraniegos que he podido ver en los últimos años. Y la palabra fascinante aquí pesa mucho. Super 8 posee, como lo tuvo E.T., Encuentros con la 3º fase, Cuenta Conmigo, Los Goonies, Regreso al Futuro, Gremlins, y las películas de ciencia ficción de los cincuenta; la capacidad de fascinar al espectador, de dar sentido a que un adulto se siente en una butaca durante dos horas para imaginar una época, unos valores, unos conflictos, y unas fantasías para las que desearíamos no haber crecido.

Super 8 es capaz entonces de alinear los espectaculares efectos visuales de hoy en día (el descarrilamiento del tren deja sin aliento), con el tono y la sutileza del cine – espectáculo del nuevo Hollywood de aquellos años, ahora desaparecido por el hambre voraz de público y productores por modas que pasan con los años. Super 8 combina además el cocktail de referencias a Amblin con las auto referencias al universo de Abrams, capaz de imprimir su sello (en la música, en el tratamiento de la luz, en los giros y recursos de guión, en los conflictos de sus protagonistas) a una carta de amor a cierto tipo de cine que a su vez bebe de las mismas películas que homenajea.

Pero además de su espectacularidad y de su original punto de partida como producto, Super 8 no sería lo que es sin la carga humana que contiene. Como buena película de ciencia ficción, su fantasía alimenta su humanidad, presentando a una serie de personajes de los que es difícil no enamorarse, interpretados por un reparto al completo que crea cada uno de esos personajes con tanto amor como con el que nos los entregan.

(Sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaly
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