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Voto de Héctor A Martínez :
10
Grizzly Man
2005 Estados Unidos
Documental, Intervenciones de: Timothy Treadwell
7,2
9.492
Documental. Drama Entre 1990 y 2003, Timothy Treadwell, camarero, actor ocasional y ex-alcohólico, pasó catorce veranos conviviendo con los osos grizzly. Él mismo grabó con su cámara de vídeo sus estancias en Alaska y su obsesiva relación con los plantígrados (unas cien horas). Werner Herzog usó parte de este material. El último verano, uno de los osos atacó a Timothy y a su novia Annie. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran documental sobre el famoso activista y documentalista ecológico Timothy Treadwell. Este resume las 13 temporadas que Tomothy convivió en Alaska con los osos grises hasta su muerte en octubre de 2003, cuando uno de los osos que documentada lo devoró junto a su novia que le acompañaba.

Dirigido por Werner Herzog, el documental presenta como principal material las más de 100 horas de grabación que Timothy grabó junto a los osos hasta pocas horas antes de su muerte. El trabajo de Herzog es complementado con una serie de entrevistas a personas que conocieron a Timothy en su juventud, entrevista a sus padres, algunos amigos cercanos, a los guardas del Parque natural y a expertos sobre vida ecológica y osos grises.

Con este panorama el director del documental logra crear un perfil mental, social y activista del venido en desgracia. En efecto, lo que al principio parece ser una apología sobre un ser humano que dedicó sus días a resguardar la vida natural de la mano destructora del ser humano, va dando paso a un estudio de una personalidad un tanto egocéntrica, poco cuerda, algo idiota, y que poco conocía sobre unos seres a los cuales visitaba desde hacía 13 años.

Sobre los aportes de Timothy al conocimiento del oso gris, es realmente poco lo que se puede rescatar. Werner Herzog se encarga de grabar las opiniones de reconocidas figuras del ecologismo de Alaska, los cuales coinciden en afirmar que el comportamiento que Timothy manifestaba en el habitad de los osos eran la fiel muestra de lo poco que él sabía sobre el mundo natural de la especie (Estar a pocos metros de ellos, darles comida, tocarlos, acampar a pocos metros de sus habitad, dejar desperdicios de alimentos cerca de su carpa, entre otros, son los elementos que llevan a cuestionar las verdaderas razones por las que arriesgaba su vida). Inclusive algunas directivas del parque natural al cual el activista recurría afirman que el oso gris que él decía proteger no era una especie en peligro de extinción. Algún guardabosque concluye que Timothy no fue devorado mucho antes debido a que los osos pensaban que él era un retrasado mental, hasta que descubrieron que tenía buen sabor.

La parte que quizá más impacta del documental es la entrevista al jefe de la morgue que recibió los cadáveres de Timothy y el de su novia. En ella el forense describe los horripilantes momentos del mortal ataque que quedaron grabados en audio por la cámara de Timothy y ofrece una puesta en escena escalofriante de lo que sucedió.

Ahora bien ¿Qué pretende el documental? Sí esperabas un documental ecologista o activista pues este no lo es. El filme pone a debate cuales eran las verdaderas razones y consecuencias por las que el carismático Timothy Treadwell decidió dedicar y entregar su vida (literal) a una obra que poco o nada comprendía. Tal vez el gran valor del documental está en el análisis de las mismas grabaciones que dejó Timothy. Allí vemos a una persona solitaria, a veces narcisista, muchas veces incongruente y casi siempre idealista, que prefirió convivir en el mundo de los peligrosos e inmensos osos grises, donde se sentía querido y respetado, que en la sociedad humana la cual le ofreció pocas oportunidades.

Tal vez el documental de Herzog se torne ofensivo para quienes vieron en la obra de Timothy Treadwell algo digno de conservar. Y en efecto pienso que también merecía un homenaje!!! Sin embargo, el director pretende introducirse dentro de la esencia de una personalidad que buscaba escapar de un mundo que no lo comprendía. Su pasado alcohólico, su frustrada carrera cinematográfica, el desdén con el que su padre habla de él (como sí sólo fuera un loco más devorado por los osos y no su propio hijo), sus mentiras sobre su país de origen y su acento australiano ficticio, la constante obsesión por aparecer como centro de la imagen en una muestra de su desbordado egocentrismo, su a veces in-conexión con la salvaje realidad que habitaba (hablaba con el señor zorro y se pensaba como el mesías de los osos), entre otras características de su personalidad, ofrecen el marco para entender porque Timothy encontraba en el alejado mundo de los osos y no en el mundo de los seres humanos, su realización como persona, su felicidad, su libertad. Aquello que consiguió gracias a su espíritu de “guerrero pacífico”.

Finalmente destaco que “Grizzly Man” es una obra visualmente impactante. Además del brillo y validez histórica que le ofrece el mismo material grabado por Timothy Treadwell y la inmensidad del paisaje de Alaska con sus lagos, montañas y sus nieves perpetúas, entre otras, la música que acompaña a éstas hace del documental una experiencia fascinante.

Me despido con la tonada con la cual termina el documental, la balada country “Coyote” de Don Edward:

Poo yip poo yip poo
Héctor A Martínez
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