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Ciencia ficción
Cinta de ciencia-ficción experimental ambientada millones de años en un futuro, con un planeta Tierra sin vida y en el que la humanidad ha evolucionado hacia 18 especies diferentes, algunos no corpóreos. No aparece ninguna persona en esta película, pero en ella destacan la arquitectura, la voz de Tilda Swinton y la música del propio director de la película, Jóhann Jóhannsson, compositor de la banda sonora de "Sicario" y "Arrival", ... [+]
7 de marzo de 2021
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que vi esta fascinante y experimental obra de arte conceptual mi vida no es igual. Como mi corta mente de sapiens macho es incapaz de admirar todos los matices de tan megalómano arrebato artístico, me la veo desde entonces todos los domingos a la noche con una botella de vino y un kebab.
Sigo en la zona espoiler.
Sigo en la zona espoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Voy por el octavo visionado y por fin empiezo a entender cositas. Las referencias a la mentalidad telepática de grupo y las sugerentes imágenes de mamotretos de hormigón en la tundra siberiana por fin han sido descifradas por mi limitado raciocinio: la decimoctava especie es en realidad Lenin reencarnado en el animal que quiera (para follar, obviamente, como hacía Zeus) y Neptuno es en realidad Benidorm.
La posibilidad de viajar con la mente al pasado y cambiarlo es inequívocamente una crítica teórica a la Ley de Memoria Histórica de la época de Zapatero, mientras que toda la subtrama de la procreción y el continente donde viven los niños es una alegoría descarnada de las redes sociales y su uso (TikTok y PornHub en especial).
Iré actualizando mi crítica cada domingo, total, tengo dos mil millones de años de vocecitas de los Last Men en mi cabeza susurrandome que la extinción va a llegar...
La posibilidad de viajar con la mente al pasado y cambiarlo es inequívocamente una crítica teórica a la Ley de Memoria Histórica de la época de Zapatero, mientras que toda la subtrama de la procreción y el continente donde viven los niños es una alegoría descarnada de las redes sociales y su uso (TikTok y PornHub en especial).
Iré actualizando mi crítica cada domingo, total, tengo dos mil millones de años de vocecitas de los Last Men en mi cabeza susurrandome que la extinción va a llegar...