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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
6
Comedia A principios de los años veinte, Gerald Brenan, un joven idealista inglés, de familia noble, que aspira a ser escritor, llega a Yegen, un pueblecito de la Alpujarra granadina. Su propósito es aislarse del mundo, con dos mil libros como única compañía, y olvidarse de su etapa como oficial del ejercito británico en la I Guerra Mundial. Allí encuentra no sólo la paz que necesita para leer y escribir, sino también el amor de Juliana, una ... [+]
20 de abril de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Micro Biopic de algunos años de la vida en España, concretamente en el pueblo de Yegen, del hispanista británico Edward Fitzgerald Brenan (Malta-1894/Málaga 1987).
Don Geraldo, como gustaba ser llamado, tenía 26 años cuando se estableció, con una aceptable pensión, en las Alpujarras. Llevaba bastante más de un lustro pateándose Europa; incluyendo su participación, como oficial, en la Primera Guerra Mundial.

Los cuatro años de su primera etapa granadina son los que están recogidos, fundamentalmente, en la película de Colomo que ha contado en las tareas de guión con el biógrafo del escritor, Jonathan Gathorne-Hardy, y con las licencias ficticias del propio director; pues en realidad sus relaciones con la población fueron más bien epidérmicas. Sus memorias recogen a los individuos, más como elementos de un estudio antropológico, integrados en el paisaje, que como seres con quien compartir inquietudes. De hecho su propio historiador afirma que el único amigo íntimo que tuvo en España fue Julio Caro Baroja.

Aunque en tono de comedia se nos quiere hacer pasar por romántica y enamoradiza su relación con Juliana, una criada menor de edad; es difícil pensar que hace un siglo, más otro que habría entre Londres y Andalucía, el señorito inglés se sintiera flechado por la encantadora aborigen. No dudamos de sus necesidades amatorias, pero es difícil imaginar que un culo de mal asiento como el de Brenan, con un abismo intelectual de por medio, tuviera intenciones de firmar el "contigo pan y cebolla".
No obstante, cuando Fernando elige el formato más liviano para hablarnos del momento más relajado de la vida de un viajero y escritor interesante, que vivió más de nueve décadas, se supone que es porque no tiene intenciones de trascender. Tampoco es cuestión de sacar las dagas y ponerse exquisitos.
Sinhué
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