Otra magnífica aventura que sigue las mismas instrucciones que su predecesora, aunque de una manera más sosegada notándose la falta de mano de Louis Leterrier. Perseo (Sam Worthingto), hijo de Zeus (Liam Neeson), es una vez más llamado a salvar el mundo esta vez para enfrentarse al titán Cronos estando involucrado de nuevo Hades (Ralph Fiennes) acompañado del dios de la guerra Ares (Édgar Ramírez). Presentando la misma estructura que su precuela, y siguiendo el hilo y las pautas del mundo creado anteriormente, esta nueva entrega de la saga tiene en contra un ritmo mucho más lento que no compensa bien su visionado, así como un listado de criaturas menos impresionantes y bastante más reducido, centrándose en los problemas familiares olímpicos y preparando desde el planteamiento una gran batalla final que supera con creces el enfrentamiento de Perseo contra el kraken en Furia de titanes (Louis Leterrier, 2010), dosificando de manera más adecuada la acción y los puntos de inflexión necesarios para una secuencia de tal calibre. La dirección sigue siendo muy genérica de este tipo de grandes producciones orientadas a un público más extenso, recurriendo a técnicas poco arriesgadas de filmación, en ocasiones tan caóticas como la anterior vez, aunque esta vez sí que recurre a grandes panorámicas y planos largos para mostrar el punto más atractivo de este tipo de cintas: la acción. Sí que es cierto que hasta el final, las escenas de acción son extremadamente cortas y no presentan ningún interés narrativo (exceptuando la parte de los cíclopes) y que, de nuevo, recurre a elementos externos a la acción (deus ex machina) para solventar los conflictos que crea con algo de credibilidad. En algunas ocasiones, tanto la iluminación como los movimientos de cámara no compensan el despliegue en plano de tanta cantidad de elementos, ya que en muchas ocasiones son raramente apreciables a simple vista por el espectador. Aún así, los efectos especiales vuelven a estar bastante bien conseguidos, y sabe crear personajes interesantes que rápidamente son descartados para ofrecer protagonismo a Perseo (en cierta manera, de manera adecuada, ya que es el héroe de la aventura). No obstante, hay una gran cantidad de personajes sobrantes y casi introducidos de manera muy poco veraz, como es especialmente Andrómeda (Rosamund Pike), Korrina (Lily James) o Helios (John Bell), este último metido con el propósito de aumentar la profundidad del protagonista dándole un falso motor a través de la relación paterno-filial, pero que no funciona por lo absurdo de las situaciones que crea, resultando totalmente anticlimáticas, aparte de su sobreactuada interpretación que me hace salir aún más de la historia. Además, hace muecas muy forzadas y raras para expresar cualquier sentimiento. Una vez más, la única interpretación que resalto es la de Ralph Fiennes dando vida al dios del inframundo, que, en esta ocasión, tiene bastante más tiempo de aparición aunque sea bastante corto en comparativa con los demás, y a Bill Nighy haciendo de un histriónico, en el buen sentido, Hefesto. De demás aspectos, tampoco hay mucho que destacar, compensan bien la aventura y poco más. Aún bajando algo el nivel, sigue siendo una película entretenida que, una vez más, da lo que ofrece. (6.5).