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Argentina Argentina · buenos aires
Voto de augrap:
10
Drama Mientras su familia se reúne para celebrar su cumpleaños, el periodista Alexander se siente angustiado por la desoladora falta de espiritualidad que caracteriza al mundo contemporáneo. Sus peores temores se confirman cuando, durante la fiesta, llega la noticia de un inminente conflicto nuclear: la Tercera Guerra Mundial. El final, definitivo e irreversible, está cerca. En ese momento están con él su angustiada esposa, sus dos hijos, un ... [+]
15 de agosto de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Andrei Tarkovski fue uno de los creadores más originales, talentosos y (por qué no?) geniales de la historia del cine. Con solo 7 largometrajes su obra se destaca señera en el océano fílmico del siglo 20. Admirado como el mayor cineasta de su época nada menos que por Ingmar Bergman, llegó a filmar su última película ya gravemente enfermo de cáncer en 1985 en Suecia, con el equipo técnico de don Ingmar. Se ha escrito tanto de este director y de esta película que dificilmente se pueda agregar algo que no sean experiencias personales. Vi El Sacrificio en estreno en 1986 y me abstuve de volverla a ver hasta hoy, 34 años después. No dudo en afirmar que la disfruté tanto o más que la primera vez. Filmicamente perfecta, tiene un plano secuencia inicial de casi 10 minutos que puede competir como una de las más bellas escenas filmadas jamás, por el clima, el ambiente y esa relación maravillosa y misteriosa entre el protagonista y su hijo pequeño. Lo que sigue son dos horas de un Tarkovski probablemente menos hermético que en algunas obras previas, pero igualmente maravilloso y místico. Deliberadamente ambiguo, encara sin embargo de manera frontal las mayores profundidades místicas de la relación del hombre con un Dios o la propia existencia (cada cual elija). Tarkovski nos habla del valor del sacrificio humano por otros humanos, de la futilidad de lo que creemos importante, de la belleza y la naturaleza y de la pregunta existencial más profunda para la que no tiene (como no tenemos ninguno) una respuesta segura. A pesar de esa incerteza y sabiendo que su vida se apagaba muy rápido, Tarkovski dedica esta obra mayor del cine a su hijo "con confianza y esperanza". Dolor y belleza.
augrap
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