"A veces es necesario hacer algo malo para evitar hacer algo peor". Reconozco que esta frase me marcó.

Si no vas a poner en ella los cinco sentidos, no pierdas el tiempo. Sólo percibiendo el más mínimo detalle compruebas la escrupulosidad de la película: el vendaval de estímulos auditivos y visuales, el regustillo amargo en el paladar, los poros de tu piel sintiendo cada escena, el olor a diferencia...

Porque sí: 'Stoker' es diferente a cualquier otra película que te puedas echar a la cara. Sensitivamente logra alcanzar la plenitud, y a nivel argumental nos transmite un mensaje muy poderoso. Y no es ni más ni menos que el que India nos narra en la escena inicial, inmediatamente posterior a la escena final: el ser humano necesita sentirse libre aunque su mundo esté lleno de cárceles. Y tiene la imperiosa necesidad de autoindultarse de sus actos, buscando motivos externos para esquivar sentimientos de culpa.

'Stoker', la película exquisita, perversa, depravada. Una marca registrada con sello de calidad.