¿Qué le podemos pedir a un filme de espionaje?
Como mínimo que mantenga el suspense hasta dejarte pegado en la butaca.
Aquí nos regala un híbrido, mezcla espionaje con guerra fría, gotas de cine negro con un portentoso Berlín nevado en un blanco y negro espectral, majestuoso, con un frío gozoso y un James Mason soberbio en la caracterización del espía, ex nazi, cínico y aventurero al que solo le sirve y vive en presente y sobrevivir o morir sin escrúpulos. (Su actor fetiche).
Claire Bloom, ( A la que siempre asocio y recuerdo automáticamente por "Candilejas"1952'.)
Conforme avanza la historia va mejorando su personaje y su actuación, Carol Reed y su director de fotografía Desmond Dickinson, consiguen arrancar algunos planos de gran belleza de esta actriz.
Por ejemplo cuando se esconden en la habitación y ella se viste casi de arlequín.
Es una actriz que dependiendo de la iluminación y el encuadre mejora o pierde mucho.
Volviendo a otro personaje, la ciudad de Berlín, aún casi derruida y en plena ocupación soviética se convierte en el omnipresente actor y nos deja grandes planos tanto diurnos como nocturnos.
A mí modo de ver, le falta para ser una gran película, entre otras cosas, alguna subtrama que refuerze la principal y algún otro personaje con más sustancia en el desarrollo de la historia.
El personaje del niño en bicicleta toda la película, tierno y encantador. Ese sería un toque Carol Reed.
Tiene el sello personalísimo del autor del "Tercer hombre", "Larga es la noche" y unas cuantas más.