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España España · Xanadú
Voto de Orson_:
8
Cine negro. Intriga. Thriller Después de pasar por la cárcel, Johnny Clay ha decidido dar el último golpe de su vida, el que le permita retirarse junto a su amada Fay. El plan es llevarse la recaudación de las carreras de caballos de un hipódromo. Después de una meticulosa selección de colaboradores, planea la estrategia del asalto con una precisión insospechada. Tratará de provocar un altercado en la sala de apuestas y matar al caballo favorito de la séptima ... [+]
26 de agosto de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kubrick era un perfeccionista, y un tío que aprendía rápido. Como el resultado de su primera película, la bélica “Fear and desire” no fue de su agrado, la quitó de circulación desde que le fue posible. Su segunda peli, “El beso del asesino” es bastante irregular, y a pesar de innegables virtudes visuales adolece de un guión bastante flojo que parece ser meramente un pretexto sobre el cual experimentar con la cámara. Para su tercer proyecto ya había aprendido que su punto débil estaba en la estructura de los guiones, y de hecho nunca más adaptó un guión original propio, eligiendo a partir de entonces grandes bases literarias y realizando los argumentos en colaboraciones fructíferas.

Para este “Atraco perfecto” recibió la ayuda en los diálogos de Jim Thompson, un gran novelista de personajes sombríos, del cual se han llevado algunas obras al cine, como “La huida” por Peckinpah o “The grifters” por Frears. Fabulosas ambas, por cierto.

El estilo narrativo de “Atraco perfecto” supuso una novedad en su época, ya que la historia está diseccionada como un puzzle que va mostrando diferentes escenas sin orden cronológico, pero ocurridas todas en un corto espacio de tiempo, engranando perfectamente según avanza y haciendo crecer el clima de tensión hasta el atraco final, el cual seguimos prácticamente en tiempo real.

Es un ejercicio de estilo en toda regla, donde el director calcula milimétricamente cada escena, pero a diferencia de su anterior obra, aquí tiene la sólida base de un guión bien estructurado con personajes que no parecen bosquejos inacabados, sino que están muy bien definidos en sus caracteres y conductas. En especial destaca la gran exposición del matrimonio formado por el timorato George y su ambiciosa mujer; “tú tienes el signo del dólar donde otras tienen un corazón” le dice Johnny en cuanto se encuentra con ella. Ese matrimonio será uno de los vértices que hagan rotar la historia hacia lo inesperado, y por eso esa voluntad en describir tan detalladamente su relación para hacernos comprender las motivaciones posteriores que afectarán al plan. Como ya sabemos después de haber visto mucho cine negro, los planes son perfectos hasta que se llevan a la práctica.

Como curiosidad, la fotografía corrió a cargo del reputado Lucien Ballard, con el cual Kubrick mantuvo una tirante relación durante todo el rodaje. Kubrick había sido antes fotógrafo profesional y a Ballard le reventaba que le estuviera dando todo el rato detalles técnicos en la elaboración de cada escena. El momento culminante fue la preparación de una escena con travelling, cuando Kubrick llegó al plató se encontró que Ballard había dispuesto la escena de una forma totalmente distinta a la ordenada por él. Cuando Kubrick le pidió explicaciones, tras escuchar los consejos del director de fotografía, le dijo que volviera a disponer la escena como él lo había ordenado, y que si no estaba de acuerdo que se marchara del rodaje. Ya no volvieron a discutir hasta terminar la película.

Esta peli, a la que compararon en su estreno con “La jungla de asfalto” de John Huston, le abrió las puertas a Kubrick para proyectos más importantes, posibilitando la colaboración con Kirk Douglas en las siguientes “Senderos de gloria” y “Espartaco”.

Ver “Atraco perfecto”, conseguir meternos en la historia acompañando a estos personajes variopintos que creen que van a solucionar sus vidas de un plumazo, y dejarse llevar por las cautivadoras imágenes acompañadas por la voz en off que nos narra los pormenores del plan, es una experiencia magnífica que nos deja sentados en la butaca sin movernos hasta el final. Y ese desenlace es además de los que provocan sin querer una sonrisa sarcástica de lo cruel que es el destino. El único pero que le pongo es que la maravillosa Coleen Gray aparezca tan poco, me cautivó en “El callejón de las almas perdidas”, y desde entonces suspiro por verla.

Siento decepcionar a los románticos, pero a estas alturas todos los cinéfilos sabemos ya que el atraco perfecto no existe.
Orson_
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