Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Wolf:
9
Terror. Romance. Fantástico En el año 1890, el joven abogado Jonathan Harker viaja a un castillo perdido de Transilvania, donde conoce al conde Drácula, que en 1462 perdió a su amor, Elisabeta. El conde, fascinado por una fotografía de Mina Murray, la novia de Harker, que le recuerda a su Elisabeta, viaja hasta Londres "cruzando océanos de tiempo" para conocerla. Ya en Inglaterra, intenta conquistar y seducir a Lucy, la mejor amiga de Mina. (FILMAFFINITY)
17 de diciembre de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Francis Ford Coppola cogió el maravilloso libro de Bram Stoker y debió decir: "Aquí hay tema, pero si hago una película igual al libro va a ser un auténtico coñazo, esto es Hollywood y yo no soy Jane Austen en momentos de bajón". Así que habló con unos cuantos productores que olieron que de ahí podía sacarse pasta y se pusieron a ello.
Bajo esa premisa tan poco prometedora surgió Drácula de Bram Stoker, o lo que es lo mismo, Drácula de Francis Ford Coppola (inspirada levemente por la novela de Bram Stoker), que debería haber sido su título, por mucho que Coppola no quisiese ponerle su nombre al título porque según él era "ensombrecer a Stoker y darse gloria a si mismo".

La película reestructura todos los personajes y toda la trama de la novela original, pues aquí hasta lo más casto es presa de la lujuria, los buenos no son tan buenos, Drácula no es un monstruo terrible pues, en realidad es el que mejor te cae, y Van Helsing es interpretado por Hopkins como si le hubiesen metido una ardilla por los pantalones y tuviese un serio problema de alcoholismo.

A simple vista parece que la película estaba abocada al fracaso, y aunque no fue un pelotazo en taquilla, ni en crítica, si que sorprendió gratamente a mucha gente, entre los que me incluyo... Y más cierto aún es que, con los años, ha ido adquiriendo el estatus de película de culto, de forma merecida en mi opinión.
Las carencias de presupuesto se resuelven con mucha imaginación, como toda la secuencia inicial, la banda sonora es espectacular y está perfectamente integrada en cada una de las escenas, un vestuario digno de un Óscar y, aunque, algunos actores chirrían más que otros, todo lo salva perfectamente un E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R Gary Oldman, que aunque siempre ha llevado a sus personajes a los límites del paroxismo, es un actor como la copa de un pino, y si ves esta película en versión original no puedes hacer más que quitarte el sombrero ante la entonación transilvana de Oldman, su forma de vivir el personaje y, en definitiva, de hacer él solito de esta película una, siempre en mi opinión, obra maestra de los 90, en los que primaba la estética por encima del fondo, es cierto, pero amigos... ¡Qué estética!

Welcome to my home, Mr. Harker...
Wolf
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow