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España España · Ciutadella
Voto de KillerCarrot:
8
7,0
6.542
Animación. Fantástico Kyuta es un niño solitario que vive en Tokio, y Kumatetsu es una criatura sobrenatural aislada en un mundo fantástico. Un día, el niño cruza la frontera al otro mundo y entabla amistad con Kumatetsu, que se convierte en su amigo y guía espiritual. Este encuentro les llevará a vivir multitud de aventuras. (FILMAFFINITY)
3 de diciembre de 2016
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Personajes solitarios, laberintos mágicos de callejones, mundos paralelos, Moby Dick, oscuridad.

Hosoda nos invita a seguir a un niño y una bestia en una historia de aprendizaje y maduración que, a diferencia de las que hemos podido ver en “Karate Kid” (John G. Avildsen, 1984) o “El guerrero pacífico” (Victor Salva, 2006), es bidireccional.

La relación entre los dos protagonistas, y en especial el carisma de Kumatetsu, la bestia oso, sustenta una narración muy comedida que, sin esconder su didactismo ni el uso de ciertos lugares comunes y personajes prototípicos, consigue funcionar con personalidad y fluidez (aunque en algún momento puntual puede hacerse un pelín larga).

Otro aspecto que hace de “The Boy and the Beast" una propuesta destacable es el estilo de la animación. No es nada innovador, pero querría resaltar el efecto que provoca, encima de los detallados fondos de texturas realistas, el trazo fino y depurado de los personajes, que además están coloreados con los tonos vivos habituales en los dibujos animados. Este recurso luce especialmente en las escenas de acción, ya que da entidad a los personajes y multiplica el atractivo de sus movimientos.

En el mundo de las bestias encontraréis un buen puñado de personajes de diseño y carácter entrañables, que se contraponen a la impersonalidad de la gran ciudad humana, con luces, máquinas y multitudes indiferentes (la dicotomía es comparable a la contraposición burtoniana entre el mundo de los muertos, alegre y colorido, y el de los vivos, deprimente y gris). En estos dos escenarios, pues, Hosoda nos presenta un cuento de espíritu tradicional sobre la pureza de las bestias y la oscuridad que habita en los hombres, y lo hace con una buena dosis de elegancia y de sensibilidad. Y sí, también con la dosis reglamentaria de pequeñas mascotas peludas, de colegialas uniformadas, de catanas y de monstruos, como corresponde a toda película de animación nipona como dios manda.


La frase: «La telequinesis no funciona con el dolor de espalda.»
El personaje: el Gran Maestro. Insuperable.
La escena para el recuerdo: la primera lección.

Más (en catalán) en www.cinequanon.cat
KillerCarrot
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