"Saló o 120 días de Sodoma" fue la última película de Pier Paolo Pasolini, su prematura muerte a manos de un amante despechado, le impidió acudir a su estreno y proseguir con su carrera cinematográfica.

Por la sordidez que envolvió su asesinato y por ser su última película, esta fue aclamada por el público como una semi-obra maestra, cumbre en su carrera, pero también le granjeó las críticas de la parte más conservadora de la sociedad.

La historia, basada en los relatos del Marqués de Sade, tiene mucho que ver con la propia historia de Pasolini, y es que al igual que a sus protagonistas (obviamente sin sobrepasar unos límites) también le encantaban cierto tiposde juegos sexuales.

Pero a mi todo ese halo de autobiografía no me importa, me da igual la vida sexual del realizador y por supuesto no me escandalizaré por las imágenes que se muestran, pero me gusta el cine, las historias y que las películas tengan argumento y esta en concreto carece de él.

Toda la película se sustenta de imágenes, posiblemente de fantasías sexuales del propio director, o quién sabe, del Marqués de Sade (no he leído nada suyo), pero mezcladas sin orden ni concierto, fotogramas que aparecieron en su cabeza y decidió hacerlos realidad, sin nexo común, sólo con la necesidad de contarlos al mundo, y eso para mi no es el cine.

Aparte de lo desagradable de algunas escenas, del carácter frívolo de sus personajes, de la extraña manera de llevarla a cabo, esta película es por encima de todo una gran nada.

No recomendable para estómagos sensibles.