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Venezuela Venezuela · Caracas
Voto de casandra:
5
Musical. Drama Inglaterra, siglo XIX. Oliver Twist (Mark Lester) es un pobre niño que escapa de un orfanato y llega a Londres en busca de fortuna. Allí tiene la mala suerte de ser reclutado por un granuja llamado Fagin (Ron Moody), jefe de una banda de jóvenes ladronzuelos que roban a los transeúntes. Adaptación en formato musical de la famosa obra de Dickens. (FILMAFFINITY)
3 de octubre de 2023
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La célebre novela de Dickens ha sido llevada a la pantalla no menos de diez veces. La de 1922 (Frank Lloyd) fue protagonizada por Lon Chaney y Jackie Coogan, el famoso niño que acompañó a Charlie Chaplin en El Chicuelo (The Kid). Pero la referencia más importante es "Oliver Twist", la versión en blanco y negro de David Lean de 1948, con Alec Guiness, como el malvado judío Fagin , Robert Newton como el asesino Bill Sykes, Kay Walsh en el papel de Nancy y los niños John Howard Davies y Anthony Newly y interpretando respectivamente a Oliver Twist y a Jack Dawkins, alias Artful Dodger o "El Truhán".
La película de Lean logra transmitir la atmósfera sombría de la novela de Dickens, esencialmente dramática y tenebrosa. Su fotografía está pautada en claves expresionistas, con sus claroscuros y contrapicados. La narración logra sumergir al espectador en la miseria, la ruina y la infelicidad de aquellos tiempos, especialmente la condición de los niños y los menores rodeados de seres mezquinos y crueles, aunque no faltan los generosos y bondadosos. La adaptación de la novela a la pantalla es bastante fiel a la novela, dentro de lo que cabe en los 116 minutos que dura la película. Todo lo relativo al nacimiento del niño que se llamará Oliver Twist por un capricho del celador será contado detalladamente.
Todo el film está cargado de dramatismo. Lean no suaviza en ningún momento las tintas a la hora de mostrar la crueldad de los adultos, la ceguera de las instituciones en aquella Inglaterra que mostraba los efectos secundarios de la revolución industrial a un altísimo costo en sufrimiento humano.

Carol Reed tiene en su haber nada menos que El Tercer Hombre (1949), la famosa y exitosa película protagonizada por Joseph Cotten, Orson Welles y Alida Vali y que dio a conocer la inolvidable música en la cítara de de Anton Karas. El breve pero excepcional trabajo de Orson Welles, así como los tonos expresionistas de la fotografía dieron lugar a que algunos malhablados llegaran a decir que la había dirigido Welles. Pero Reed ya había filmado, entre muchas películas: en 1940 Tren nocturno a Munich, En 1953 "Se interpone un hombre", con James Mason y Claire Bloom, en 1959 "Nuestro hombre en La Habana", basada en la homónima novela de Graham Greene, con Alec Guiness y en 1965 "La agonía y el éxtasis", biopic de la relación de Miguel Ángel y el papa Julio II durante la realización de la obra del genio florentino en la Capilla Sixtina, con Charlton Heston y Rex Harrison, basado en la novela de Irving Stone . De modo que no se trataba de ningún advenedizo el que se encargó de este musical que se alzó con cuatro Óscars y seis candidaturas (no me gusta la palabrita “nominación”).

La producción de ¡Oliver! es suntuosa. La partitura de John Green, basada en el musical de Lionel Bart es agradable y reconfortante. Los actores muy competentes, en especial Oliver Reed como el implacable Bill Sykes y Ron Moody como Fagin, ésta vez más afable y algo bondadoso. Se nota que Carol Reed, al igual que Polanski en su momento y por razones previsibles, no trata de destacar la condición de judío de Fagin (como, siguiendo a Dickens, sí lo hizo Lean). El resto del elenco me pareció que cumplió su cometido: Mark Lester es un Oliver Twist bastante más ingenuo y lírico, Joseph O' Connor un señor Brunlow verdaderamente bondadoso y caritativo, Shani Wallis una convincente Nancy, pero no tanto como Kay Walsh en la versión de David Lean. Hugh Griffith desarrolla una versión alcoholizada del magistrado que no aparece en la novela, pero que le queda muy bien; tanto Harry Secombe como Hylda Baker son los previsibles esposos Bumbles y Jack Wild es un Dodger bastante parecido al de Lean, aunque menos agresivo. La coreografía me resultó bastante convencional. La película es totalmente deudora de la versión de 1948 de David Lean: la escena en que Fagin se hace el que se deja robar por los muchachos, es idéntica a la de Lean, sólo que aquí es cantada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
casandra
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