Me reconozco fan casi devoto de Ridley Scott, así que no ha sido ninguna sorpresa fliparlo viendo Robin Hood... Es justo lo que esperaba, un peliculón de aventuras perfectamente rodado, interpretado, musicado... Dos horas y pico que se pasan volando entre flechas, batallas épicas a lo Spielberg, música céltica, gracietas y... Russell... Parece mentira, a su edad y hecho un quesazo que para qué seguir... Romance, aventura, humor en justa medida y muchísima diversión... Una maravilla en la que invertir unos euritos y pasar un rato estupendo.
No me extiendo en apartados técnicos, artísticos e interpretativos porque son francamente perfectos.
Lo mejor: Los créditos finales, lo más bonito que he visto en mi vida.
Lo peor: Nada en absoluto.