Tengo muchos problemas de afinidad con las películas de tres paises: España, Argentina y Méjico, así cuando encuentro una película que me gusta de cualquiera de estas naciones salto de la emoción de encontrar las excepciones que confirman la regla. Pero este no es el caso.

¿Qué es lo que pasa? Que no se saben contar las historias, porque esta historia debería ser mejor contada.

Tenemos dos pajaritos, uno es enjaulado y en la tristeza de su cautiverio lo vuelven a liberar pero ya no tiene la fuerza de seguir batiendo sus alas; el otro se olvida de la libertad, se acomoda al cautiverio de la monotonía y cuando extiende otra vez sus alas estas están dañadas, no obstante retoma el vuelo como puede (más explícitamente en spoiler).

Las escenas de sexo me producen tristeza, las demás escenas en su representación se comen la tensión, las emociones que deberían producir la trama.

Aitana Sánchez Gijón, por ella fue que elegí esta película, no llega a hacerse con sus personajes, y hasta cierto punto lo entiendo.

La película muestra unos elementos muy interesantes pero no sabe manejarlos bien. Lo mejor está al final.

Debo entonar un mea culpa, creí que los dos personajes de Lola y Vera eran interpretados por la misma actriz: Aitana. Mis disculpas a la bella Mercé Llorens. Son mis habituales despistes.

Por último decir que estoy muy de acuerdo con la crítica de Angel Fdez. Santos del diario El País que se expone en esta base de datos, yo no podría haberlo dicho mejor.