Yo voto porque el fin no justifique los medios.

En una sociedad donde los Estados Unidos espía las conversaciones telefónicas de Angela Merkel, donde países llamados desarrollados se aprovechan de otros que no los son, ya sea militarmente, ya sea comercialmente con pactos abusivos a cambio de prebendas puntuales, donde los pulsos del mercado marcan con frecuencia los pulsos de los gobiernos, la legalidad queda un poco depauperada.

Ciñéndome a esta película, a la que felicito como a todas que representan una etapa de la historia o de la actualidad, quedó un poco confusa, no describe bien el motivo de los objetivos sangrientos, pinta a un Ariza por un lado profesional y por otro exaltado, ya que ocultan los verdaderos nombres de los personajes podrían inventar o adivinar detalles que redondearan el guión.

Pienso que el que no conozca un poco estos sucesos le va a costar apreciar esta película y comprender su temática.