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Voto de PJ Martínez:
10
Intriga El sonado caso del asesino en serie Ludovic Chevalier acaba de llegar a juicio y Kelly-Anne está obsesionada. Cuando la realidad se mezcla con sus fantasías morbosas, se adentra en un oscuro camino para buscar la última pieza del rompecabezas: el vídeo desaparecido de una niña de 13 años asesinada, con la que Kelly-Anne guarda un inquietante parecido. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2024
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro de la sección de Fanzriller del Festival Fantástico de la Universidad de Málaga, Fancine, se encuentra Red Rooms, un largometraje de suspense psicológico judicial sobre vídeos snuff que consigue remover conciencias sin dejar indiferente a nadie.
Esta historia se centra en el juicio de Ludovic Chevalier, quien está siendo juzgado por asesinar, violar y grabar el asesinato de varias niñas para después distribuirlo en la dark Web, en la sala esta Kelly-Anne, una modelo que está obsesionada con el asesino y sus crímenes. Esta obsesión llevará al límite a la protagonista, en especial su búsqueda del video del asesinato de una de las víctimas de 13 años, de quien guarda un inquietante parecido, que es una pieza clave en el caso que aún no se ha encontrado.
La cinta de suspense de Pascal Plante, que toma su título de cómo se conocen los vídeos de tortura y asesinato de la Dark Web, es una película fría como el invierno del escenario de esta historia, Montreal. Días grises y gélidos como la actitud de su protagonista, Kelly-Anne, interpretada Juliette Gariépy, una modelo y jugadora de póker online, que consigue enganchar desde el principio, sobre todo por su frialdad, que se contrapone a Clementine (Laurie Babin), más emocional, una groupie de Chevalier con la que establece amistad la protagonista. A diferencia de Kelly-Anne, Clementine da la cara ante los medios por el acusado, sin importar si le graban o incluso en un momento dado, llamando a una tertulia en directo para dar su opinión, la muestra del culto a los asesinos en serie que a veces se genera encarnada por una persona obsesionada y enamorada de este monstruo.
Este contraste entre los dos personajes es de lo mas interesante esta historia, y de ver como se desarrolla la amistad entre ellas, y como Kelly-Anne abre su mundo a Clementine, un mundo hermético que una muestra de la psique de la protagonista y que no todos están listos para aguantar, más cuando entran en su lado más oscuro.
El mundo interior del personaje protagonista es una especie de Patrick Bateman moderna, mas pasiva que activa en su parte psicopática pero no menos que macabra, no estamos ante un ejecutivo yupi asesino, sino en una jugadora de póker online, poseedora de grandes conocimientos informáticos, que al igual que Bateman juega a Squash y tiene un nivel alto de vida, aunque el personaje de la novela de Easton Ellis es mil veces mas social que ella, que vive sola en un apartamento con el único acompañamiento de su asistente virtual.
En definitiva, una de las fortalezas de Red Rooms es Kelly-Anne, un personaje complejo que al igual que las capas de una cebolla, vamos conociendo poco a poco a lo largo de la historia, que como su parte oscura sale a la luz y las consecuencias de sus actos, más cuando su estilo provocador cruza las líneas, llegándole a costar su carrera y aumentar su paranoia por ser detenida por la policía, a pesar de haber un tiempo literalmente dormir en la calle para poder ser de las primeras en el juicio.
Y el otro gran punto fuerte de este largometraje de suspense es eso, que tiene elementos de horror que consigue alterarte hasta el extremo con su parte snuff, sin enseñar prácticamente nada, la capacidad de horrorizar al espectador con solo la idea mental de lo que están viendo, solo escuchar gritos y ver la reacción de los personajes, es suficiente para conmocionar igual que una matanza gore. Más tras cruzar el Rubicón que se convierte el visionado, la historia se torna más oscura aún, en especial las acciones de la protagonista, que generan un temor constante por su siguiente acción, en especial contra la madre de una de las víctimas, que se convierte en diana de su provocaciones.
En conclusión, Red Rooms es una de la mejores películas de suspense de este año, con la que uno es seducido y atraído por una historia oscura y macabra con la que no saldrá indiferente, un largometraje único e inquietante que engancha desde el primer plano y es un reflejo de la cara mas oscura de nuestros tiempos.
PJ Martínez
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