Tras la repercusión de 'Conan, el bárbaro' el productor Dino de Laurentis y la distribuidora creyeron que rebajando el nivel de violencia y haciendo una película accesible a todos los públicos la recaudación sería aún mayor. Grave error... Curiosamente esta secuela se acerca más a los cómics de Conan que su antecesora. Porque sí, pierde la épica pero al mismo tiempo profundiza en el género de aventuras. Que esto sea una buena noticia o una mala dependerá de cada uno, a fin de cuentas el género de “Espadas y Brujería” o lo amas o lo odias.

La película transcurre de forma demasiado acelerada, empalmando las escenas de acción de forma excesivamente continua y en ningún momento se crea la sensación de que los protagonistas estén viajando en una complicada búsqueda, ya que de un lugar a otro llegan demasiado rápido. Además se suaviza en exceso a Conan, convirtiéndolo en poco menos que un benefactor... Estas son sólo algunas muestras de las pegas que contiene el film.

Uno de los pilares de la película es, como no podría ser de otra forma, la presencia de un imponente Arnold Schwarzenegger. Físicamente se encontraba en el momento más pletórico de su carrera y aquí hizo lo que mejor sabe hacer: repartir espadazos y lucir musculatura, y con eso nadie quedará defraudado. Tampoco está nada mal la compañía de Grace Jones, una cantante negra de aspecto muy fiero que con Zula consigue dibujar un buen personaje digno de cualquier película del género.

En definitiva: 'Conan, el destructor' no es una película desaconsejable o una porquería al uso, de hecho el film es cuanto menos entretenido. El problema, tal como hemos señalado al principio, es haber rebajado considerablemente el tono oscuro y violento que caracterizaba la primera película. Eso en una producción de este tipo no es nada aconsejable, y prueba de ello es que al final lo que debía haber sido un gran éxito acabó convirtiéndose en todo lo contrario.

-Lo mejor: Volver a disfrutar de Arnold Schwarzenegger y su posturismo escénico.

-Lo peor: Traicionar el espíritu del anterior film. El casting globalmente resulta inferior a la anterior película.

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