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España España · Barcelona
Voto de SCuenca:
5
Comedia. Acción Miami, años 90. Daniel Lugo y Adrian Doorbal entrenan muy duro en el gimnasio cada día. Debido a su profesión como culturistas, dedican más tiempo a atender su cuerpo que a cualquier otra faceta que suponga un esfuerzo mental. Daniel adora el fitness, pero es un trabajo que no da mucho dinero, y pensar que toda su vida se dedicará a ello le agobia, por lo que decide pasar a la acción y dar un gran golpe. Los dos, junto con Paul, un ex ... [+]
30 de agosto de 2013
13 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que no hay nada más decepcionante que ver una película en la que cuando va por la mitad de su proyección ya sabes cómo va a acabar, siendo el resto de su metraje hasta el final una visualización de los hechos que ya se ven venir hasta llegar a su desenlace, el cual acaba siendo totalmente previsible.

No obstante, “Dolor y dinero” comienza muy bien, con unos personajes muy interesantes, bien encuadrados y que incluso acaban gustando. Te vas adentrando y enterando de todo lo que es la vida de un vividor, en este caso, la vida de Daniel Lugo (Mark Wahlberg), un culturista y entrenador personal que trabaja en un gimnasio. De entre los clientes que entrena, es Victor Kershaw (Tony Shalhoub) quien acaba por convertirse en su blanco ideal para lograr lo que tanto ansía: un cambio de vida. Para ello, organizará un plan con el que contará con la ayuda de Paul Doyle (Dwayne Johnson) y Adrian Doorbal (Anthony Mackie) para llevarlo a cabo. Hasta aquí todo bien, pero ¿qué ocurre si la operación no sale como tenían planeado? Pues se intenta solucionar. Pero quizás como dice el dicho, acaba siendo peor el remedio que la enfermedad.

Me gustaría decir que Dwayne Johnson (“El mensajero“, 2013) hace el sumo ridículo esnifando coca de un modo que es incluso superable a lo ya visto por Nicolas Cage en varias cintas como “El señor de la guerra” (2005) o “Teniente corrupto” (2009). O que Mark Walhberg (“La trama“, 2013) va tan de guay que acaba haciendo el ridículo de un modo cómico, pero no. Aquí el fallo no se halla en la interpretación, ya que tanto Tony Shalhoub (“Monk“, 2002-2009) como Ed Harris (Adiós, pequeña, adiós“, 2007) cumplen muy bien sus roles interpretativos, siendo los que mejor cumplen, sino que el fallo recae en su guión y dirección.

Me parece una historia que tiene interés pero que no logra ni acabar bien, ni convenciéndome. Quizás esto sea por el “toque humorístico” que no he logrado comprender que le da Bay a una historia que tiene claros tintes dramáticos. Es como si toda la cinta de mitad hacia el final se convirtiera en una auténtica payasada en la que sus protagonistas ya hace rato que están sentenciados. Y mientras el circo va siguiendo, los protagonistas siguen realizando un desastre más grande que el anterior.

Otro de sus atractivos aparte de su historia (hasta que se trunca a la mitad) y su reparto es su buena elección de la banda sonora, siendo un gran atractivo que sonará de forma constante y medio-salvando las carencias de una cinta que aburre a toneladas (como he repetido ya) en su último tramo.

Bay coge directamente a los protagonistas, los sube a un árbol y no hace nada por ayudarlos a bajar, sino que hace todo lo contrario, es decir, se dedica a tirarles piedras constantemente sin parar, sin tiempo para reaccionar. Se ríe de ellos y los pone en ridículo. Da igual que estén sangrando por las diversas pedradas que hayan recibido, él seguirá hasta que ya no se pueda más.

Quizás lo que se ha intentado enfocar de un modo divertido, al final ha acabado resultando muy patético.
SCuenca
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