Bernabé Rico adapta en su primer largometraje la obra de teatro Cien metros cuadrados, escrita por Juan Carlos Rubio, cuyo argumento parte de los anuncios reales de ventas de piso con inquilinos.

Tras una larga carrera, la actriz Kiti Mánver es el gran descubrimiento de esta película en su papel coprotagonista, por su gracia y espontaneidad. El contraste entre los dos personajes centrales y los afilados diálogos son el motor de la comedia, en la que Carlos Areces aparece literalmente como gag recurrente.

El verdadero inconveniente es que Rico fuerza la máquina del drama al querer evidenciarlo en exceso. Esos momentos y algún giro de guion poco creíble sacan al espectador de la historia y alejan al flim de esa propuesta más indie y redonda que estaba llamada a ser.

Estos deslices no desmerecen esta especie de cuento navideño tardío, que llega a tiempo para el espectador que busca historias humanas con las que reírse y emocionarse.

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