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Voto de Revista Contraste:
2
Fantástico. Acción La Agencia para la Investigación y Defensa Paranormal (AIDP) encomienda a Hellboy la tarea de derrotar a un espíritu ancestral: Nimue, conocida como "La Reina de la Sangre". Nimue fue la amante del mismísimo Merlín durante el reinado del Rey Arturo, de él aprendió los hechizos que la llevaron a ser una de las brujas más poderosas… Pero la locura se apoderó de ella y aprisionó al mago para toda la eternidad. Hace siglos consiguieron ... [+]
17 de mayo de 2019
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva versión de Hellboy –quince años después de la primera– ha naufragado en la taquilla norteamericana y ha decepcionado a los fans del cómic. En España, se estrena con un mes de retraso con el fin de rebajar la violencia de la cinta –que aun es mucha– y tras una operación de marketing para salvar una película que parece condenada a ser uno de los grandes fracasos de 2019. Pero no adelantemos acontecimientos.

Hellboy es la historia de un diablo que trabaja en La Agencia para la Investigación y Defensa Paranormal (AIDP). Es una especie de super-antihéroe que tiene la misión de salvar a la humanidad de cualquier amenaza que requiera una fuerza sobrenatural. En esta ocasión, la amenaza se llama Nimue, una bruja condenada por el rey Arturo –sí, el de la mesa redonda– a vivir eternamente con sus miembros separados; lo que no es una postura muy cómoda. Como era de esperar, la Reina de Sangre consigue reunirse con ella misma y provocar el Apocalipsis.

No vamos a negar que el film es flojo, que el presupuesto en zumo de tomate y vísceras es muy elevado y que era mejor idea remasterizar la primera versión de 2004 de Guillermo del Toro. Todo esto es innegable. No obstante, vamos a tratar de salvar algunas cosas: a David Harbour (el Sheriff Hooper de Strangers things), un Hellboy a la altura de los mejores superhéroes. El humor y lo sencillo de la historia: a una trama de mamporros, sangre y bromas salpicadas con la socarronería de un personaje entrañable. Tras la serie de Vengadores (en la que tienes que acordarte del número de zapato de Ironman para entender toda la historia), aquí tenemos un guión plano, simple, en que lo único que tienes que hacer es sentarte y disfrutar un rato.

En resumen, una producción de serie B que no pasará a la historia del cine, pero que puede distraer al que busque un rato de diversión y al que no le importe ver volar cabezas, brazos, y piernas por toda la pantalla.

www.contraste.info
Revista Contraste
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