Dirige la película el francés Jacques Audiard, autor entre otros muchos títulos, de De óxido y hueso y Un profeta.

Los hermanos Sisters, su obra más reciente, basada en una novela de Patrick DeWitt, muestra una nueva faceta del clásico western en su más dura expresión, en la que los dos hermanos protagonistas exponen su físico y su propia vida, en aras de un encargo concreto, lleno de avatares y peligrosas consecuencias para ambos.

El rodaje, con el fin de lograr el escenario más adecuado al necesario dramatismo fílmico, nos sumerge en recónditos paisajes de Almería, así como en tétricas tabernuchas nocturnas de Navarra y Aragón. Este cuidado en la elección de exteriores e interiores, confiere al film un aspecto que da expresivo carácter de “cinema-verité” al resultado final de la obra.

Pese a la evidente calidad de la fotografía en general, y quizás por su trama argumental, existe una desconexión entre algunos planos, en los que la acción real del argumento queda reducida a la profusión de violentos altercados en el devenir de los protagonistas hacia su objetivo final que, evidentemente, no vamos a descubrir.
Esta reciente obra de Jacques Audiard obtuvo el premio a mejor director en el pasado Festival de Venecia, donde celebró su premiere internacional. Además recibió los galardones al mejor director, mejor fotografía, mejor diseño de producción y mejor sonido en los Premios César.

En definitiva, no estamos ante un western clásico. Los acostumbrados buenos aquí no lo son. Aunque en ocasiones no intuyan el peligro, a la hora de la verdad se defienden con violencia, sin tener en consideración la vida de los demás. Tienen un encargo y apartan todos los inconvenientes a punta de pistola.

Un nuevo enfoque cinematográfico, donde se cambian roles. ¡Cáspita!

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