No os dejéis engañar por los cinco o seis primeros capítulos de la serie. Lo que parece que van a ser historietas de amoríos adolescentes en un entorno hostil, pronto muta a otra cosa completamente distinta. El argumento empieza a enganchar y siempre te dejan con ganas de saber que ocurre a continuación.

Las mejores temporadas son sin duda las de el “Monte Wheater” y “La ciudad de la luz” (T 2 y T 3) y la peor de todas es la quinta. Todo el drama de lo que sucede a los que se han quedado en el búnker, más la trama de “Blood Reina” son básicamente un tostón. Solo deseas que pasen a otra cosa para ver que le ocurre al resto.

Por suerte, la serie se reinventa a si misma en la sexta tanda gracias a la llegada a “Sanctum”. La séptima, no deja de ser la continuación de la anterior. Gracias en parte, a la explicación de lo que sucede con la “anomalía”.

Sobre la última temporada hay mucho que comentar, empezando por lo excesivamente coral que se vuelve la serie llegados a ese punto. De pronto, secundarios que han dicho cuatro frases hasta ahora, después de años, empiezan a tener más y más escenas. Sin embargo, algunos de los protagonistas principales, en algunos capítulos ni salen o hacen apariciones fugaces. El peso de la trama ya no solo depende de los de siempre y eso extraña mucho.

Lo que nos lleva a la muerte de Bellamy a manos Clarke (para proteger a Madi), en el 7x13 a solo tres episodios del final. Mucha gente se sintió ofendida con esto, pero francamente apenas aparece su personaje en toda la temporada y cuando lo hace es para volver convertido en un discípulo traidor al que han absorbido por completo. Por tanto, su desaparición no da ninguna pena.

En el 7x14 cuando nos descubren que la tierra vuelve a ser habitable es cuando dices, ya está, aquí es donde van a acabar viviendo al final. Seguramente, hasta trayendo a los que quedan en “Sanctum” dejando atrás las rencillas entre grupos. Solo que no es así, nada de empezar de cero.

Bueno, al menos no en forma humana. Todo lo de “trascender” gracias a esos “seres superiores” debido a la intervención crucial de Raven, es un poco, bueno te lo compro. Aunque pegaría más el ser perdonados y que los devolviesen a la tierra como ella misma llega a pedir previamente sin éxito. Supongo que, por ser quizás demasiado obvio, los guionistas quisieron dar esa otra vuelta de tuerca.

Los efectos especiales del último episodio, ejem, los cromas, ay los cromas. Aunque se les perdona, gracias a los “cameos” de Abby y Lexa. Un claro guiño a los fans que estaban deseando verlas de nuevo y más en esos papeles decisivos.

El destino de Clarke sola en la tierra, pagando su penitencia y el reencuentro con sus amigos que han decidido volver para pasar el resto de sus días con ella, es un cierre emotivo. Deja buen sabor de boca, pero que repito, quizás no es el que todos esperábamos.

En definitiva, final correcto (que no grandioso), para una serie que previamente nos daba cliffhanger tras cliffhanger…

PD: Como curiosidad, Clarke y Bellamy son pareja y están casados en la vida real.