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España España · Madrid
Voto de Luth:
9
Drama Un psiquiatra acoge en su clínica a un agente secreto sin reparar en las nefastas consecuencias que ello va a ocasionarle. (FILMAFFINITY)
5 de enero de 2022
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Gente mirándote por las mirillas, escuchándote al otro lado de la puerta, tras el cristal de la cabina telefónica, espiándote desde la casa de enfrente, usando un niño que lanza avioncitos a tu jardín, metiendo un montón de gente en tu casa que no sabe ni quién son ni cuál es su misión: solo observarte, acosarte. Son Los Espías, la película de Henri-George Clouzot de 1957.

A un psiquiatra con una vida superflua y aburrida, sin esposa ni hijos, con un negocio que no va muy bien, pocos clientes y obviamente con discapacidad mental y poco interés por la sociedad y la propia vida le encargan una misión aparentemente sencilla: hospedar a un espía (Curd Jurgens) llamado Alex durante unos días para que no lo atrape el enemigo, sabiendo de antemano que vendrán numerosos espías de todos los bandos en disputa al centro de salud.

El médico acepta a cambio de una generosa remuneración económica y con la promesa de que no corre peligro ni tendrá mayor responsabilidad que hacer la vista gorda.

Pero las cosas se complican inmediatamente. Los espías son auténticos pelmazos, no respetan ninguna intimidad, colonizan sin pudor su hogar y su trabajo y se entrometen en todo. Es una mezcla de terror y de humor todo junto para el espectador. El terror de ver tu casa invadida por extraños, descarados y cotillas y el humor de tan absurda situación.

Excelentes actores dan vida a tan peculiares personajes, desde un Jürgens que da vida al espía principal, pasando por el gran Peter Ustinov, O.E. Hasse o Sam Jaffe. No olvidemos tampoco la aportación, también magnífica de Vèra Clouzot y Martita Hunt, ambas espléndidas en sus papeles.

Pero la magia de esta extraña y a la vez hipnótica película no sería igual sin el talento de Clouzot, sin su mirada, sus planos, esa oscuridad brutal que parece imposible cinematográficamente hablando pero resulta creíble para una época sin tantas luces como la de hoy en día.

Dos horas de película que pasan rápido pues hay intriga todo el tiempo. No sabes en qué va a terminar una situación tan kafkiana, quién va a morir, si creerte o no lo que va pasando, los engaños, el enredo, personajes que parecen ser lo que no son y no son lo que no parecen ser...

Los Espías es una película excelente. No al nivel de las obras maestras de Clouzot, El Salario del miedo (1953) o de Las Diabólicas (1955) pero también muy interesante.

Una gozada si lo tuyo es el blanco y negro.
Luth
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