Después de ver una primera parte que resultó meramente entretenida, nos encontramos con una segunda entrega que es soporífira.
En esta nueva parte se intenta coger el estilo divertido de la anterior pero, lo exageran tanto que resulta una auténtica chorrada. Lo que en un principio resultaba divertido por su propia estupidez, aquí resulta repititivo y absurdo.
Las escenas son pesadas sin producir ninguna carcajada. Es más, uno siente un poco de pudor al observar impasible la película. Todo esta tratado de tal modo infantil, que el humor resulta estúpido y sin gracia. Parece que al espectador le están tomando el pelo y no creo que ni a un niño de 3 años se reiría.
No obstante, no le doy un uno por el chihuahua. Nuevamente es una de las mejores cosas que tiene, y en esta segunda parte sin lugar a dudas es lo único salvable. Este perro es lo único que produce que se ría uno.
En fin, nos encontramos ante una segunda entrega totalmente desechable que nunca debiera haberse realizado. Un film con menos sentido que el anterior, y encima sin la novedad de la primera entrega, ni las gracias de su predecesora. Sin lugar a dudas una película absurda que no merece ser recordada.