Tremenda estupidez de película que no tiene ningún sentido. Sucesión de escenas que reflejan la incoherencia que pueden tener los sueños, y como consecuencia uno se encuentra con una película que no tiene ni pies ni cabeza.
Su protagonista es un joven que diseña gráficos para calendarios, y que no es capaz de distinguir los sueños de la realidad. Eso hace que su vida no sea normal y por consiguiente sufra fuertes alucinaciones.
Estas alucinaciones está reflejadas con unos efectos especiales bastante cutres. Y esta opinión no es porque estén hecho con materiales plásticos y no por ordenador; sino porque me parece que no se fusionan bien con las imágenes reales. Pero no sé, tal vez sea porque la película me ha resultado una auténtica tontería, y seguramente nada me parezca lo suficiente correcto como para poder sacar algo positivo.
Los actores no realizan tampoco ningún buen trabajo. Ni siquiera el mexicano Gael García Bernal que siempre suele trabajar bastante bien, en este caso no saca con nota su trabajo. Su actuación resulta falsa, como el del resto de los actores.
En fin, poco puedo decir de esta tomadura de pelo. Seguramente haya gente que le encuentre sentido (o más bien su sentido personal), pero en realidad la historia no cuenta nada. Como indicaba antes, es un reflejo de la incoherencia de los sueños, y como cualquier sueño no tiene ningún sentido. En este caso, el sentido brilla por su ausencia, y por consiguiente uno desperdicia un tiempo de su vida que se aprovecharía más si se duerme.