No sé el motivo ni el porqué, pero después de pagar la entrada de cine y sentarme en mi butaca pensando que iba a ver el típico bodrio navideño, me he encontrado con una película que me ha encantado. No encuentro ningún motivo, ya que es la típica película que no me suele gustar nada, pero en esta ocasión sí he disfrutado.
Tal vez sea su reparto coral. Tal vez sean las numerosas historias entrelazadas. Tal vez sea es maravillosa ciudad de Nueva York. Tal vez sea la magia de fin de año en Times Square. No lo sé. La cuestión es que la película la disfruté de principio a fin. Me emocioné y me reí. Me encantaron las interpretaciones de todos los actores. Me gustó como se mezclaban las historias (es cierto que no es algo nuevo, ya que se ha visto en más películas). Me gustó la banda sonora.
Es cierto que no es una grandísima película, pero simplemente por el hecho de que me senté en el cine sin ninguna esperanza de divertirme, y salí de la sala totalmente encantado, eso solo vale que le ponga más nota.
Pienso que la gente cree que la película está destinada a un público femenino. Pero en mi opinión no es así. Es cierto que se trata mucho del amor y las relaciones de pareja. Pero creo que la película va más allá. Toca muchos puntos en las relaciones personales, y uno se inunda de ese encanto que tiene el fin de año en cualquier país, pero sobre todo en Manhattan.
En fin, nos encontramos ante una película que seguramente la gente no la tenga en tal alta estima como la tengo yo. Pero a mí me ha entusiasmado. Hay algo en ella que me ha enganchado y me ha enamorado. Sigo sin saber muy bien que es, pero solo tengo claro una cosa después de ver este film: alguna vez en mi vida quiero vivir la experiencia de pasar la noche de fin de año en Times Square y, besar a mi pareja tras la cuenta atrás y bajo un cielo lleno de confeti.