"Los gemelos golpean dos veces" es una de las comedias más famosas de la década de los 80. Una comedia que se sigue recordando décadas después debido al enorme éxito que tuvo en su estreno.
Yo recuerdo haber visto esta película varias veces hace años y en mi memoria se apelmazaban imágenes de risas y momentos realmente graciosos. El otro día decidí verla para volver a rememorar esas carcajadas, pero debo decir que en cierto modo ha sido un error. Un error ya que la película no ha aguantado bien el paso de los años, y me he encontrado con una historia floja.
El guion está lleno de clichés que actualmente no resultan efectivos. Escenas que han perdido su esencia cómica ya que los gags en realidad no eran tan buenos como uno pueda recordar. Así, que uno descubre que esta comedia de enorme éxito en los años 80, no se sostiene muy bien.
Por otro lado los dos protagonistas funcionan en la mitad. Danny DeVito está fantástico en su papel, y realiza un trabajo muy bueno demostrando el gran talento que tiene en ese cuerpecito pequeño. Se come la pantalla con su personaje y no da ninguna oportunidad a su compañero Arnold Schwarzenegger. Él realiza una interpretación totalmente sobreactuada que no convence. Hay que reconocer que él nunca ha sido un buen actor, pero hay en roles que puede convencer un poco más que en otros. En este caso su actuación no es de las que uno aprobaría, ya que en todo momento se observa que está muy forzado.
Es una pena que esta película que tenía en mi memoria con un recuerdo entrañable, haya perdido toda la calidad que se esperaba. Aun así, sí que debo decir que todavía guarda alguna escena que funciona bien y que consigue convencer. Pero dichas escenas no son muchas.
En fin, "Los gemelos golpean dos veces" es un film que cuenta con un buen trabajo de Danny DeVito, y algunas escenas muy puntuales que consiguen funcionar. Pero en general es una película que no ha soportado el paso y de los años, y que es mejor guardar el recuerdo que se tiene de ella al verla hace años, y no probar suerte nuevamente; ya que la decepción llegará seguro.