Es la primera vez que en el cine se retrata al Marqués de Sade, un escritor del siglo XVIII muy controvertido debido a la literatura que creaba. Una literatura erótica que hoy en día sigue impactando debido a sus descripciones explícitas. Él revolucionó al mundo y creó la gran obra erótica da la historia: "Justine".
Philip Kaufman es el encargado de dirigir este proyecto tan complicado, presentándonos a este escritor que estaba encerrado en un psiquiátrico. Un psiquiátrico que no es capaz de encerrar a su pluma, y a sus personajes sedientos de sexo y lujuria.
El film resulta entretenido y engancha. Además, es interesante debido a la temática y al enfoque que recibe. Aun así, hay que reconocer que cuenta con momentos que no consiguen captar del todo la atención del espectador. Escenas que fluctúan en cierto modo de atracción total a otras que hace que uno desconecte un poco.
La película cuenta con un gran reparto. Todos ellos sin excepción realizan un trabajo soberbio. El magnífico Geoffrey Rush es el encargado de dar vida al Marqués de Sade, y su actuación le valió la nominación al Oscar. Junto a él, la adorable Kate Winslet que realiza el papel de lavandera y musa llena de erotismo. No menos atrayente es la actuación de Joaquin Phoenix, que da vida al cura que dirige el psiquiátrico. Para cerrar este excelente reparto, se cuenta con el experto Michael Caine. Él demuestra nuevamente el enorme talento que tiene.
En fin, película que retrata un personaje que revolucionó el mundo tanto de la literatura como de la sociedad. Un hombre con grandes obsesiones eróticas que exponía sus fantasmas en las páginas de sus libros. Un hombre que impactó en la vida de mucha gente de su época, de diferentes clases y creencias.