Media votos
6,1
Votos
4.766
Críticas
316
Listas
6
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Travisloock:
9
5,9
52.154
Drama
Estados Unidos, años 50. Jack (Hunter McCracken) es un niño que vive con sus hermanos y sus padres. Mientras que su madre (Jessica Chastain) encarna el amor y la ternura, su padre (Brad Pitt) representa la severidad, pues la cree necesaria para enseñarle al niño a enfrentarse a un mundo hostil. Ese proceso de formación se extiende desde la niñez hasta la edad adulta. Es entonces cuando Jack (Sean Penn) evoca los momentos trascendentes ... [+]
10 de octubre de 2011
22 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo he sido un buen hijo; quise matar a mi padre.
Toda narrativa que sea, "...mi madre en el pozo y tú con esos calzones y la escopeta", o el reciente y amargo resentimiento de una hermana, y de vuelta del Café Comercial del barrio de Bilbao, por cuatro caminos con helado de chocolate de Palazzo y queriendo reventar a ostias a un rumano metiendo el hombro en los pasos de peatones, buscando una excusa, convencido que la mejor manera para manipular un recuerdo es el respeto forjado por un cinturón desvainándose detrás de una puerta que se cierra, todo esa narrativo, como digo, podrían haber estado en las horas desechadas en este film, de las que se queja Sean Penn.
Una operación y el agujero imposible. Constatación de que incluso las personas queridas son tuberias y los cirujanos fontaneros. Ese enorme agujero, con su canula metálica desde donde salen despedidos gargajos de sangre, ollín y moco. Esa cabeza abotargada monstruosa , llena de sangre y linfa. La espera, la vela, los bocadillos para comprar en la máquina de la UCI, la mano en el hombro, el consuelo, los momentos en "los que tendrías que haber estado ahí", en "los que hay que estar". Todos esos momentos no están en esta película.
Leo múltiples opiniones de esta Obra Maestra, que me resulta muy válidos. Es cierto que se alumbra en este film una retórica cinematográfica única, que sólo la había hecho Malick en sus dos films anteriores, pero que quizás luzca más en esta propuesta de ambición superior, de una obra mayor que aspira a ser (o sí, es ambiciosa). No andan descaminados los que hablan de no ver la película sino vivirla; aunque no hubiera sido mi caso, pues salí desconcertado, agitado, tratando de sacar la balanza y tasar lo que a uno no le gustó...Para mí, es una película para evocarla, en mi caso "el árbol de la vida" crece día a día, la proyección es la semilla. De hecho, creo que ya la película es otra, aunque la revisione, la cambiaré; la memoria manda sobre los sentidos. Me gustan comentarios, como el del usuario Servadac, que contemplan límites, al menos en la distancia, pero que acotan el terror del cosmos, la vida y el arte, que con su "corrimiento al rojo", no nos salvan de incertidumbres razonables...pero esa intuición queda justificada y no nos mata la esperanza.
Pero es tan difícil, tan sumamente difícil eludir, hablando del film, palabras como "hijo" y "padre" y "madre".
(Sigo en el spoiler)
Toda narrativa que sea, "...mi madre en el pozo y tú con esos calzones y la escopeta", o el reciente y amargo resentimiento de una hermana, y de vuelta del Café Comercial del barrio de Bilbao, por cuatro caminos con helado de chocolate de Palazzo y queriendo reventar a ostias a un rumano metiendo el hombro en los pasos de peatones, buscando una excusa, convencido que la mejor manera para manipular un recuerdo es el respeto forjado por un cinturón desvainándose detrás de una puerta que se cierra, todo esa narrativo, como digo, podrían haber estado en las horas desechadas en este film, de las que se queja Sean Penn.
Una operación y el agujero imposible. Constatación de que incluso las personas queridas son tuberias y los cirujanos fontaneros. Ese enorme agujero, con su canula metálica desde donde salen despedidos gargajos de sangre, ollín y moco. Esa cabeza abotargada monstruosa , llena de sangre y linfa. La espera, la vela, los bocadillos para comprar en la máquina de la UCI, la mano en el hombro, el consuelo, los momentos en "los que tendrías que haber estado ahí", en "los que hay que estar". Todos esos momentos no están en esta película.
Leo múltiples opiniones de esta Obra Maestra, que me resulta muy válidos. Es cierto que se alumbra en este film una retórica cinematográfica única, que sólo la había hecho Malick en sus dos films anteriores, pero que quizás luzca más en esta propuesta de ambición superior, de una obra mayor que aspira a ser (o sí, es ambiciosa). No andan descaminados los que hablan de no ver la película sino vivirla; aunque no hubiera sido mi caso, pues salí desconcertado, agitado, tratando de sacar la balanza y tasar lo que a uno no le gustó...Para mí, es una película para evocarla, en mi caso "el árbol de la vida" crece día a día, la proyección es la semilla. De hecho, creo que ya la película es otra, aunque la revisione, la cambiaré; la memoria manda sobre los sentidos. Me gustan comentarios, como el del usuario Servadac, que contemplan límites, al menos en la distancia, pero que acotan el terror del cosmos, la vida y el arte, que con su "corrimiento al rojo", no nos salvan de incertidumbres razonables...pero esa intuición queda justificada y no nos mata la esperanza.
Pero es tan difícil, tan sumamente difícil eludir, hablando del film, palabras como "hijo" y "padre" y "madre".
(Sigo en el spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Mi padre sí que se parecía al personaje de Brad Pitt. Dejé casas y amigos en Las Palmas, en Tarragona, en Bilbao, en Madrid. Recuerdo a mi padre después de venir de una gran construcción exoesquelética de hormigón y acero en mitad de la nada de tantos sitios. Le recuerdo al abrir la puerta después de la ducha, y como se afeitaba con la puerta abierta para poder escuchar Tosca de Puccini que sonaba al máximo volumen en el salón, en toda la casa, y su silueta negra se iba coloreando de color de piel tostada y pelo prematuramente gris mojado a medida que aquella nube cumbiforme perfumada iba invadiendo el pasillo; él tarareaba feliz.
Veo a partir del germen orgánico. Es ese "el misterio del padre" que veo relatado en esta película. Aquellas veces que le veíamos agazapados detrás del dintel de la puerta mientras estudiaba o afeitaba, tratando de aprender cómo se vive, qué tenemos que hacer en la vida, cuáles son los secretos de la gente mayor. O les preguntábamos, porque creíamos que él seguro que lo sabía, cuándo se acaban las Matemáticas, cuándo ya sabes todas las Matemáticas, qué tenemos que hacer para ser más altos (cómo de grande es el mundo, cómo empezó, a dónde fue nuestro abuelo...eso también),... y él no nos contestaba pues tenía que seguir siendo padre(quizás, si Díos existe debería portarse igual, aunque esto ya no venga a cuento).
Sí, 10 estrellas a una película sobre "el misterio del padre". A sus silencios, a su espalda, a sus mordeduras de la montura de sus gafas en las cavilaciones. Sólo eso, pues sólo soy un buen hijo; lo siento, no puedo aportar más. Aunque como dice Servadac, quizás también esta película nos haga intuir límites alcanzables en la vida pero no en la imaginación (Qué es ser padre? Es observar ese pies entre las manos?).
De momento, el otro día, mientras yo le arreglaba el último cacao en su ordenador del mes (éste es un IMAC). Me giré para explicarle cómo podía hacer una página word en el Apple, y él no estaba tan atento a la pantalla como mirándome a mí.
No os conformeis con matar a vuestro padre, acunadlo después.
Veo a partir del germen orgánico. Es ese "el misterio del padre" que veo relatado en esta película. Aquellas veces que le veíamos agazapados detrás del dintel de la puerta mientras estudiaba o afeitaba, tratando de aprender cómo se vive, qué tenemos que hacer en la vida, cuáles son los secretos de la gente mayor. O les preguntábamos, porque creíamos que él seguro que lo sabía, cuándo se acaban las Matemáticas, cuándo ya sabes todas las Matemáticas, qué tenemos que hacer para ser más altos (cómo de grande es el mundo, cómo empezó, a dónde fue nuestro abuelo...eso también),... y él no nos contestaba pues tenía que seguir siendo padre(quizás, si Díos existe debería portarse igual, aunque esto ya no venga a cuento).
Sí, 10 estrellas a una película sobre "el misterio del padre". A sus silencios, a su espalda, a sus mordeduras de la montura de sus gafas en las cavilaciones. Sólo eso, pues sólo soy un buen hijo; lo siento, no puedo aportar más. Aunque como dice Servadac, quizás también esta película nos haga intuir límites alcanzables en la vida pero no en la imaginación (Qué es ser padre? Es observar ese pies entre las manos?).
De momento, el otro día, mientras yo le arreglaba el último cacao en su ordenador del mes (éste es un IMAC). Me giré para explicarle cómo podía hacer una página word en el Apple, y él no estaba tan atento a la pantalla como mirándome a mí.
No os conformeis con matar a vuestro padre, acunadlo después.