Media votos
5,1
Votos
3.339
Críticas
85
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de h e r m a n ô n e g r ö:
7
8,2
14.061
Drama. Romance
Un viejo payaso (Charles Chaplin), después de evitar el suicidio de una joven bailarina (Claire Bloom), no sólo la cuida, sino que, además, se ocupa de enseñarle todo lo que sabe sobre el mundo del teatro para hacerla triunfar. Último y melancólico film americano de Chaplin. (FILMAFFINITY)
22 de diciembre de 2008
90 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chaplin, querido Calvero, cuántas horas de magia y belleza nos has brindado. Genio generalmente comprendido, siempre será para mi aquel vagabundo que paseaba por las aceras, tornaba esquinas, mientras era iluminado bajo la luz taciturna de una farola a punto de apagarse.
Si hablamos de Candilejas abordaremos muchos temas vitales. Si hablamos de Candilejas como película estaremos de acuerdo en que es un cine eterno, abismal, único e irrepetible, filmado con garra y precisión, con un guión soberbio, fotografia impecable... y todo lo que contribuye a que una película sea cumbre, capital. Qué más decir.
Pero referente a los temas vitales, resumiré los mismos en amor, sueños y nostalgia.
El amor, pasión efimera e indestructible, que cabalga siempre sin dejarnos elegir, iba a nacer un día. Le golpeó hasta dejarla k.o. . Hora tras hora se fue fraguando a fuego, con letras de oro y mimbre y se impuso siempre, a pesar de todo.
Sueños, aquello que quizás sea y seguro que fue, al menos por un instante. Un momento de luz y melancolía que nos espolea y nos invita a seguir soñando.
Nostalgia, aquel sentimiento ambiguo, casando alegría y tristeza, que deja un sabor agridulce, más dulce que agrio, puesto que sin lo agrio, lo dulce no sería tan dulce. Un sentimiento del que no podemos parar de tomar hasta vomitarlo todo y aceptar el presente incierto.
Pero tras dos horas frente al cristal salí a pasear y pensé en Candilejas, y el amor, los sueños y la nostalgia embriagaron mi mente y, pese a todo, en un instante, tan sólo por un instante, aborrecí la vida.
Si hablamos de Candilejas abordaremos muchos temas vitales. Si hablamos de Candilejas como película estaremos de acuerdo en que es un cine eterno, abismal, único e irrepetible, filmado con garra y precisión, con un guión soberbio, fotografia impecable... y todo lo que contribuye a que una película sea cumbre, capital. Qué más decir.
Pero referente a los temas vitales, resumiré los mismos en amor, sueños y nostalgia.
El amor, pasión efimera e indestructible, que cabalga siempre sin dejarnos elegir, iba a nacer un día. Le golpeó hasta dejarla k.o. . Hora tras hora se fue fraguando a fuego, con letras de oro y mimbre y se impuso siempre, a pesar de todo.
Sueños, aquello que quizás sea y seguro que fue, al menos por un instante. Un momento de luz y melancolía que nos espolea y nos invita a seguir soñando.
Nostalgia, aquel sentimiento ambiguo, casando alegría y tristeza, que deja un sabor agridulce, más dulce que agrio, puesto que sin lo agrio, lo dulce no sería tan dulce. Un sentimiento del que no podemos parar de tomar hasta vomitarlo todo y aceptar el presente incierto.
Pero tras dos horas frente al cristal salí a pasear y pensé en Candilejas, y el amor, los sueños y la nostalgia embriagaron mi mente y, pese a todo, en un instante, tan sólo por un instante, aborrecí la vida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
No os engañéis, ella siempre le amó pero no era por bondad, ni admiración, ni compasión, ni pena, ni por estar en deuda, ni por atracción, sino por todo eso. ¿Qué es el amor entonces?.
Y no os engañéis, él la vio.
Y no os engañéis, él la vio.