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Voto de Gabriel Ufa:
8
7,2
46.599
Drama
Randy "The Ram" Robinson (Mickey Rourke) es un luchador profesional de wrestling que, tras haber sido una estrella en la década de los ochenta, trata de continuar su carrera en el circuito independiente, combatiendo en cuadriláteros de tercera categoría. Cuando se da cuenta de que los brutales golpes que ha recibido a lo largo de su carrera le empiezan a pasar factura, decide poner un poco de orden en su vida: intenta acercarse a ... [+]
26 de julio de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película pesimista, deseperanzadora y crepuscular. Retrata la vida de Randy “The Ram”, un veterano de la lucha libre en plena decadencia. A Aronofsky no le interesa mostrarnos su pasado, por lo que lo despacha en los títulos de crédito mostrando sus logros y triunfos en fotos pasadas y recortes de prensa (“los 80 son los mejores”, dice Randy en un determinado momento).
Todo el film es una carrera contra el reloj biológico. Como si Randy huyera de algo, en los primeros minutos, sólo lo vemos de espaldas, con la cámara siguiéndole detrás de él. Su situación económica es delicada y se ve obligado a dormir en su furgoneta. Este inicio va a marcar el tono de la película.
Esta vieja gloria del cuadrilátero, cuyo mayor patrimonio son sus cicatrices de “guerra”, es un solitario pero frecuenta un night-club para ver a una streaper por la que siente devoción (una sugerente Marisa Tomei).
La melancolía, la soledad y el pasado son las notas predominantes en este arriesgado film. Visualmente impactante por momentos (flash-back) es una producción muy lograda, bien calibrada (se te va la mano y eres carne de telefilm), con una actuación hiper-realista de Mickey Rourke (el 80% del film), quizá por la total simbiosis con la naturaleza del personaje que interpreta. Consigue el Globo de Oro y nominación al Oscar (fue para el “Harvey Milk” de Sean Penn).
Todo el film es una carrera contra el reloj biológico. Como si Randy huyera de algo, en los primeros minutos, sólo lo vemos de espaldas, con la cámara siguiéndole detrás de él. Su situación económica es delicada y se ve obligado a dormir en su furgoneta. Este inicio va a marcar el tono de la película.
Esta vieja gloria del cuadrilátero, cuyo mayor patrimonio son sus cicatrices de “guerra”, es un solitario pero frecuenta un night-club para ver a una streaper por la que siente devoción (una sugerente Marisa Tomei).
La melancolía, la soledad y el pasado son las notas predominantes en este arriesgado film. Visualmente impactante por momentos (flash-back) es una producción muy lograda, bien calibrada (se te va la mano y eres carne de telefilm), con una actuación hiper-realista de Mickey Rourke (el 80% del film), quizá por la total simbiosis con la naturaleza del personaje que interpreta. Consigue el Globo de Oro y nominación al Oscar (fue para el “Harvey Milk” de Sean Penn).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La cinta está plagada de pequeños detalles notables que apoyan la solidez narrativa. Uno de los que no me resisto a comentar (pues no tiene trascendencia en el argumento) es aquel en el que invita a un joven vecino, para jugar una partida a la Nintendo. Se trata de un juego de Wrestling ya muy desfasado. El chico le comenta que el juego es muy antiguo; ahora está de actualidad el “Call of Duty 4”, sobre la Guerra de Irak, pero Sam ni siquiera sabe de qué le habla. Una pequeña metáfora de cómo ha perdido el tren.
Ante el fracaso por llevar una vida satisfactoria, adopta actitudes autodestructivas; no le queda otra que seguir siendo válido en el único sitio donde tiene algo que aportar.
A pesar de llevar una vida descuidada, su amor por su profesión está presente en los cuidados que adopta: toma rayos uva, se cuida el cabello, hace pesas.
El final, aunque en cierto modo se anticipa, no es nada complaciente. Me parece que se cierra el film de manera brillante.
Ante el fracaso por llevar una vida satisfactoria, adopta actitudes autodestructivas; no le queda otra que seguir siendo válido en el único sitio donde tiene algo que aportar.
A pesar de llevar una vida descuidada, su amor por su profesión está presente en los cuidados que adopta: toma rayos uva, se cuida el cabello, hace pesas.
El final, aunque en cierto modo se anticipa, no es nada complaciente. Me parece que se cierra el film de manera brillante.