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Voto de Palomitasconchoco:
7
Drama Crónica sobre un periodo de la vida del director soviético Sergei Eisenstein, el que pasó en México, donde rodó, entre otros films, "¡Que viva México!". El director de “El Acorazado Potemkin” (1925) vivió más de un año (1931) allí para plasmar en celuloide su fascinación por el Día de Muertos y los ritos religiosos de la cultura popular mexicana. Sin embargo, la cinta quedó inconclusa, por lo que en 1979 Grigori Aleksandrov, a partir de ... [+]
24 de abril de 2016
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Eisenstein en Guanajuato es un biopic sobre un personaje soviético, el director fetiche de la revolución Serguei Eisenstein. Conocer esta etapa de la vida de un personaje tan desconocido en lo personal como Eisenstein ya merece la pena. Sus locuras, su pasión por la muerte, su temor al sexo y su personalidad irreverente estalló en México, alejado de la rusa soviética.
La película cuenta este tramo de poco más de un año en la vida del director que revolucionó el cine con la invención de las técnicas de montaje moderno. Durante ese año rodó más de 60.000 metros de película que jamás llegaron a ver la luz tal y como la concibió el director, ya que ese año de frenesí no fue suficiente para dar por concluido el rodaje. Su amigo Grigori Aleksandrov, sería el encargado de realizar un montaje aproximado a la idea que el genio ruso tenía en su perturbada mente y que es la que hoy se conoce con el nombre original de ¡Que Viva México!, la película, rodada en 1931, vio la luz así en 1979. Aunque existen otras cinco películas realizadas con los despojos de ese mastodóntico rodaje, ninguno de ellos fue ensamblado por el propio Eisenstein que murió en 1948.
Guanajuato fue el epicentro de la revolución interior de este director que descubrió en México la sexualidad, la adoración a la muerte, la libertad y la pasión por el dibujo entre otras cosas.
Eisenstein en Guanajuato, cuenta esta historia con el espíritu de Eisenstein, pues si algo tiene de bueno la película al margen del personaje extrovertido y con un punto de majadería optimista, es el montaje.
La cinta de Peter Greenaway tiene una factura moderna, con estética de videoclip en algunos momentos y con un soberbio trabajo de montaje para engarzar de una manera amena y briosa esta locura de historia.
Una historia sin prejuicios, con diálogos cargados de interés intelectual y cosida con maestría que supone sin duda uno de los mejores trabajos de Greenaway ( El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante) y que además sirve para conocer una faceta bastante desconocida del director soviético y recrear parte de ese mágico México de los años 30.
Palomitasconchoco
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