Es hora de decir que tenemos la película más impresionante de 2021, Dune de Denis Villeneuve, es un impresionante blockbuster de autor que se convierte en una de las mejores películas de 2021, una de las experiencias cinematográficas del año y una de las obras musicales del año.

Denis Villeneuve, se vuelve a consolidar como uno de los mejores directores en la actualidad. Francamente creo que solo este director podría haber adaptado de tamaña grandeza la novela de Frank Herbert. Una adaptación prácticamente fiel a la novela y que Villeneuve se da el trabajo de hacerla en 2 partes.

La primera parte que nos construye el director es una introducción asombrosa al mundo de Dune. Con el delicado trabajo de representarnos las tierras, los planetas y el entorno. Arrakis, es sentirse que se está grabando en un planeta real. De igual manera el tiempo que su director le dedica a la presentación de cada personaje.

Timothée Chalamet, es muy bien dirigido y logra entrar en la piel de Paul Atreides con una actuación que es puro sentimiento, la complejidad del personaje el joven actor la representa de manera acertada, entendemos el viaje y el inicio del arco que debe realizar durante la película, que obviamente queda inconcluso y que podrá desarrollar en la segunda parte. Rebecca Ferguson de igual manera brinda una impecable actuación que incrementa su fuerza a medida que la película transcurre.

El tema de los villanos quizás sea el punto más flojo de la película. De cierta manera se sienten no del todo explotados y se quedan en esporádicas apariciones. De todas formas, El Barón de Stellan Skarsgård es una locura interpretativa como creativa.

La obra que ha logrado Denis Villeneuve, es un espectáculo en toda su dimensión. La cámara puesta por Villeneuve de planos amplios, de geometría en cada uno de ellos, de detalles que siempre sabe resaltar y de una puesta en escena como él quiere que sea en todo momento. Eso se complementa con la inmensa fotografía de Greig Fraser quien pareciera entender la mente de su director al detalle máximo. Efectos visuales monstruosos, desde los ambientes hasta los gusanos no dudas que son reales. Artísticamente la película también es un placer donde las luces se las lleva la vestimenta en especial la que calza Rebecca Ferguson.

La guinda de la torta, no es otra más que Hans Zimmer y su portentosa creación musical. Wow, es alucinante la creación de cada acorde, melodía y nota que emplea para acompañar la obra de Denis Villeneuve.

La primera parte de Dune es una obre que se cocina a fuego lento con los mejores ingredientes posibles para una esperar la degustación final con todas las mayores expectativas posibles que puedas tener.

Cabe la posibilidad de que no te guste lo que estás viendo en cierta manera porque es una película que se toma todo el tiempo del mundo para explicar las cosas desde los sueños oníricos de Paul a cada reino que es parte de la historia, sin embargo, si conectas a la primera con ella, es un viaje a quizás una de las experiencias visuales más espectaculares del año y del último tiempo.

Una película que merece ser vista en cines para dimensionar su espectacularidad.