Una agradable comedia francesa es la que nos regala el director François Ozon director tras la maravillosa Jeune et jolie de 2013. Ahora tenemos al director entregándonos una contundente comedia con mucho sentido y mucho que decir tras su simpática forma de contarnos las cosas.

Su fuerza la encontramos en sus maravillosos personajes que adornan un guion bastante contundente y bien llevado al cual el director sabe sacarle todo el partido para llenarnos con una película que se disfruta y se goza de igual forma con su inteligente y delicado humor además de su contundencia a la hora de dejar claros mensajes y posturas sobre diversas situaciones.

Las interpretaciones de tres inspiradas actrices como lo son Nadia Tereszkiewicz, Rebecca Marder y la única Isabelle Huppert, las tres actrices llenan la pantalla con su presencia y carisma que le entregan a tres personajes de lo más adorables que nos regala la película. A eso le sumamos que llevarlas a la década de los años treinta en París hace que luzcan maravillosas con su estupendo trabajo de vestuario que logra la película.

Es una película que sabe llevarnos a la liberación de la mujer envuelta en un crimen, con esta premisa prometedora, su centrado no deja de sorprendernos con su agudeza y su excentricidad para plantear de manera contundente un claro mensaje femenino por sobre todas las cosas y eso el director lo goza y lo maneja con total criterio que parece disfrutar cada segundo de lo que está entregando en cámara.

Una película artísticamente bella y con una fotografía contundente, este placer de cine francés se posiciona como una de las gratas sorpresa de lo que llevamos de 2023 y nos vuelve a demostrar que el cine francés siempre logra sacar cosas interesantes de su sombrero.

Una comedia de esas buenas que vale la pena disfrutar y querer de un cine que está habituado a entregarnos gratos títulos a los cinéfilos en su historia, no es perfecta, pero es realmente un buen pasatiempo para los que disfrutamos del cine en su totalidad.