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España España · Córdoba
Voto de ciudadano:
5
Drama Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
19 de enero de 2014
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Ver esta película y salir del cine con los mismos esteorotipos que se tenía antes de verla sobre Sudáfrica y Mandela, sin aprender nada sobre el país o el personaje (ya histórico), es una realidad.
El film es una adaptación de un, parece ser, estimable libro de John Carlin acerca del partido final de la Copa del Mundo de rugby de 1995, que el nuevo régimen aprovechó para intentar unir al país en la consecución de una meta común. Lo que aquí se intenta hacer con el Mundial de fútbol, vamos. No trata sobre la realidad socio-político-económica de la nueva Sudáfrica. Bien, desde ese punto de vista no se le puede pedir mucho más a esto. Pero siempre que algo viene con la firma de Clint Eastwood es casi inevitable hacerlo. Y aquí la decepción es enorme.
La película es muy, muy sencilla. Cada vez que habla Morgan Freeman dando vida a Mandela, ves al personaje público dando un discurso. No tiene ni una sola frase que no esté cargada de "trascendencia". Así es imposible creerse nada. Luego el recurso de juntar blancos y negros, por ejemplo, en el servicio de seguridad del presidente, para ir desarrollando una especie de metáfora sobre la convivencia, siempre difícil al principio, pero poco a poco conseguida, es... no sé, taaaan basta, tan fácil...
El film acaba en plan "happy end" -no creo desvelar nada, el propio título ya lo dice-, como si todo se solucionara con el pitido final. Todos felices, todos hermanos, la nación del arcoiris, etc. Lo que no se nos cuenta es que, a día de hoy, Sudáfrica es uno de los países más violentos del mundo, con 50.000 homicidios al año; en el que una de cada tres mujeres admiten haber sido objeto de agresión sexual; donde un 20% de los adultos son portadores del virus del Sida; en el que, sí, los blancos compartieron el poder político, pero siguieron dueños y señores del poder económico, donde una minoría blanca goza de una calidad de vida europea (del norte), mientras grandes masas de negros viven en la pobreza. Y se podría seguir así unas cuantas líneas más. Esto no es una crítica al país, supongo que no es nada sencillo arreglar tantísimos problemas en unas décadas. Lo es a la película, por dar una imagen falsa y edulcorada de la realidad.
En fin, la película sobresale únicamente en las escenas de rugby, sobre todo las del partido final. De ahí el 5. El resto apenas mantiene el interés y lo del piloto de avión parece, sin más, un chiste.
ciudadano
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