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España España · Córdoba
Voto de ciudadano:
6
Drama La Guerra Civil española (1936-1939) cogió por sorpresa a mucha gente que estaba en plenas vacaciones estivales. En un pueblecito próximo a Barcelona, varias familias amigas decidieron seguir en sus casas de veraneo hasta que terminara la guerra. Para los niños fueron éstas unas largas e inesperadas vacaciones. A medida que la guerra se recrudecía, la actitud de los adultos empezó a cambiar: algunos iban diariamente a la ciudad para ... [+]
24 de noviembre de 2012
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los primeros diez minuntos son un espanto. Aparece un pregonero en mitad de una zona de chalets (que se nota a la legua, son de los 70), luego hay unos disparos, gente disfrazada de milicanos, un cabrero, cabras, el niño que se va, la mujer que casi se poner de parto... a punto estuve de quitar la peli.
Pero le di su oportunidad. Y acerté, porque la ambientación mejora mucho, los personajes comienzan a hacer cosas coherentes y, sobre todo, entra en escena el saber hacer de ese elenco de actores y actrices que se reúnen aquí: José Sacristán, Ismael Merlo, Francisco Rabal, Conchita (jiji) Velasco o Ángela Molina (jovencísima, guapísima). A destacar que incluso los niños no están mal. En fin, que la película va cobrando forma, va avanzando, y uno se va sintiendo interesado por lo que les ocurre a estas personas que, de veraneo en un pueblo de Barcelona, se encuentran con que estalla una guerra casi en sus narices. Y la ven pasar a su lado, no pudiendo (del todo) sustraerse de lo que ésta conlleva: muerte, racionamiento, luchas, etc.
Le doy un 6 -que en realidad sería un 6,5- porque tampoco va mucho más allá. Algunos de los personajes reaccionan y se comportan de forma, digamos, extraña, y creo que el problema está en que no acaban de estar bien definidos. ¿Por qué el personaje de José Sacristán dice una cosa al comienzo y hace otra completamente distinta después? ¿Cómo es posible que los "invitados" de cierta familia burguesa se oculten de todos, aún todos sabiendo que continúan allí, como si nada? Y cosas por el estilo.
Esta película también tiene que ponerse en perspectiva: el dictador llevaría 6 meses muerto cuando comenzó a rodarse, y sería de las primeras en la que los republicanos no llevaran dos cuernos y un rabo. En ese sentido la encuentro muy equilibrada con la "verdad" de lo que seguramente sucedió, no quieriendo darte una lección de "estos son los buenos buenísimos, los otros los malos malísimos", aunque tomando postura a favor de la República. Y, repito, en 1976... chapeau por ello.
ciudadano
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