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Voto de Pachi67:
3
2023
Noah Hawley (Creador), Noah Hawley
7,4
3.720
Serie de TV. Thriller. Drama. Comedia
10 episodios. Un sheriff de Dakota del Norte llamado Roy Tillman anda tras la pista de Dorothy 'Dot' Lyon, una ama de casa aparentemente corriente que se encuentra huyendo de las autoridades de Minnesota y Dakota del Norte. Aunque el hijo de Roy, Gator, no quiere otra cosa que seguir los pasos de su padre, nunca puede estar a la altura de las expectativas de Roy, lo que obliga al sheriff a apoyarse en un vagabundo conocido como 'Ole ... [+]
17 de mayo de 2024
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me estaba hasta dando pereza escribir algo sobre esta quinta historia de Fargo. Aún estoy asimilando la decepción. Poco a poco se ha ido perdiendo la esencia primigenia de la película de los Coen después de dos o hasta tres entregas buenas para mi gusto y si no llevara ese título nunca hubiera pensado que es el quinto capítulo de la saga. Ya la entrega anterior me dejó un poco con el culo torcido, sin saber muy bien que pensar y poco convencido de que esa historia tuviera algo que ver con los hermanos Coen. Se supone que por eso lleva el título que lleva.
Como digo, mi impresión es que se ha perdido la esencia de aquel inicio magistral. Aquel humor negro y corrosivo, incluso absurdo. Esa historia inteligente, bien parida y también absurda a la vez. Ese equilibrio en la exageración, esa brutal sutileza sin caer en la suspensión de la inteligencia. Esa violencia gamberra y despiadada que golpea con precisión. Esos personajes carismáticos, bien dibujados y coherentes. Y una idea original que avanza sin pedir permiso ni avergonzarse por su camino sin plegarse a modas o convenciones.
Aquí en este quinto esfuerzo de la serie, además de una patente falta de personalidad, de una frecuente sensación de situaciones ya vistas antes y mejor, me he encontrado ya casi desde el primer capítulo con una presentación de personajes que solo he podido catalogar como un desfile de clichés con patas. Ahora mismo no puedo recordar un solo personaje que no fuera simple, plano, tópico, burdo, estereotipado o varios de esos adjetivos a la vez. Alguno incluso de vergüenza ajena. El nivel de profundidad y desarrollo de las personalidades de la mayoría es la que podríamos encontrar en un tebeo de Mortadelo y Filemón, con todos los respetos para estos tebeos, con los que tanto he disfrutado en mi infancia. Pero estamos hablando de una serie que se supone de categoría, no de un tebeo. Lo argumentaré con más detalle en la zona de spoiler para no destripar nada.
A partir de ahí, con el bajonazo haciendo su efecto, ya solo he podido asistir de manera desapasionada a la historia de estos planos y caricaturescos personajes, una historieta bastante simple, que se ve venir de lejos y que muchas veces es tan previsible que me ha hecho creer por momentos que soy una lumbrera o tengo madera de adivino. Por supuesto, no podía faltar el plegarse a las tendencias de moda y hacerlo a todo trapo. Lo cual no me parece mal en principio. Por desgracia este tipo de mensajes o moralejas o moralina son necesarios en nuestra sociedad actual. Pero en esto del arte también existe todavía esa diferencia entre la sutileza del mensaje y la brocha gorda y grosera. O que saquen el mensaje en letras grandes y mayúsculas cada cinco minutos como si fueras idiota y no te fueras a enterar o entender. Si quieres comunicarnos algo, hazlo con un mínimo de arte que de eso se trata y no hace falta que nos subtitules y subrayes todo hasta el hastío.
Mención especial para el capítulo del onírico y metafórico campo flowerpower solo para mujeres para remarcar el mensaje edificante por si no lo habías pillado hasta ese momento.
Como colofón solo quedaba poner la guinda con uno de los finales más estúpidos y moñas que recuerdo en mucho tiempo. Alguien debió de pensar que eso era una genialidad poética o alguna explicación parecida. El panecillo que amansa a la bestia del averno. La verdad es que el nivel me dejó ojiplático.
Pero bueno, no pasa nada, a esperar a la sexta entrega que un tropiezo lo tiene cualquiera y peor que esta quinta va a ser difícil que lo hagan. Aunque espera. En el momento de escribir esto tiene una nota de 7,4. Va a ser que ha gustado bastante y que el que no se entera y va en dirección contraria por la autopista soy yo, no todos esos locos que me he cruzado. Debo de estar muy malito de lo mio o no he visto lo que he visto.
Como digo, mi impresión es que se ha perdido la esencia de aquel inicio magistral. Aquel humor negro y corrosivo, incluso absurdo. Esa historia inteligente, bien parida y también absurda a la vez. Ese equilibrio en la exageración, esa brutal sutileza sin caer en la suspensión de la inteligencia. Esa violencia gamberra y despiadada que golpea con precisión. Esos personajes carismáticos, bien dibujados y coherentes. Y una idea original que avanza sin pedir permiso ni avergonzarse por su camino sin plegarse a modas o convenciones.
Aquí en este quinto esfuerzo de la serie, además de una patente falta de personalidad, de una frecuente sensación de situaciones ya vistas antes y mejor, me he encontrado ya casi desde el primer capítulo con una presentación de personajes que solo he podido catalogar como un desfile de clichés con patas. Ahora mismo no puedo recordar un solo personaje que no fuera simple, plano, tópico, burdo, estereotipado o varios de esos adjetivos a la vez. Alguno incluso de vergüenza ajena. El nivel de profundidad y desarrollo de las personalidades de la mayoría es la que podríamos encontrar en un tebeo de Mortadelo y Filemón, con todos los respetos para estos tebeos, con los que tanto he disfrutado en mi infancia. Pero estamos hablando de una serie que se supone de categoría, no de un tebeo. Lo argumentaré con más detalle en la zona de spoiler para no destripar nada.
A partir de ahí, con el bajonazo haciendo su efecto, ya solo he podido asistir de manera desapasionada a la historia de estos planos y caricaturescos personajes, una historieta bastante simple, que se ve venir de lejos y que muchas veces es tan previsible que me ha hecho creer por momentos que soy una lumbrera o tengo madera de adivino. Por supuesto, no podía faltar el plegarse a las tendencias de moda y hacerlo a todo trapo. Lo cual no me parece mal en principio. Por desgracia este tipo de mensajes o moralejas o moralina son necesarios en nuestra sociedad actual. Pero en esto del arte también existe todavía esa diferencia entre la sutileza del mensaje y la brocha gorda y grosera. O que saquen el mensaje en letras grandes y mayúsculas cada cinco minutos como si fueras idiota y no te fueras a enterar o entender. Si quieres comunicarnos algo, hazlo con un mínimo de arte que de eso se trata y no hace falta que nos subtitules y subrayes todo hasta el hastío.
Mención especial para el capítulo del onírico y metafórico campo flowerpower solo para mujeres para remarcar el mensaje edificante por si no lo habías pillado hasta ese momento.
Como colofón solo quedaba poner la guinda con uno de los finales más estúpidos y moñas que recuerdo en mucho tiempo. Alguien debió de pensar que eso era una genialidad poética o alguna explicación parecida. El panecillo que amansa a la bestia del averno. La verdad es que el nivel me dejó ojiplático.
Pero bueno, no pasa nada, a esperar a la sexta entrega que un tropiezo lo tiene cualquiera y peor que esta quinta va a ser difícil que lo hagan. Aunque espera. En el momento de escribir esto tiene una nota de 7,4. Va a ser que ha gustado bastante y que el que no se entera y va en dirección contraria por la autopista soy yo, no todos esos locos que me he cruzado. Debo de estar muy malito de lo mio o no he visto lo que he visto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El desfile de personajes del que hablaba antes, todo un prodigio de profundidad y originalidad nunca visto:
La protagonista, una dulce, frágil y algo bobalicona mujer que se va a convertir en una especie de Rambo-MacGyver invencible, de voluntad inquebrantable e inasequible al desaliento y que desde el minuto uno sabemos que esconde un secreto oscuro aunque nos lo dejen ver de manera muy sutil. Nótese el sarcasmo. Un personaje nunca visto antes.
Su familia, con un segundo marido bobalicón perdido, pusilánime, sin personalidad, infantiloide, tontito, pelele, dominado por su mamá y que se traga todo lo que diga su amorcito por inverosímil que parezca. Luego sufre un accidente tan estúpido como él y se vuelve más tonto todavía si cabe. Una hija que está ahí por requisitos de guion y solo dice tonterías y pone caritas.
Una suegra-mamá que es una especie de Cruella de Vil, omnipotente, antipática, prepotente, despiadada y falta de empatía pero que resulta que al final tiene un corazoncito escondido en alguna parte. Vaya sorpresa.
Un abogado estirado, antipático, perrito faldero de la suegra-mamá, frío, también despiadado y que sabemos cuando la va a palmar media hora antes de que pase. Y tiene un parche en un ojo, que pasada.
Un primer marido que las tiene todas. Misógino, fascista, trumpista como está de moda decir ahora, con un ramalazo homosexual, no podía faltar, maltratador, sádico, representante de la autoridad, mal marido, mal padre, mal policía, mala persona. También es capaz, con un simple chasquido de los dedos de llamar a un ejercito de "patriotas" que son capaces de dar su vida en batalla contra la policía y el FBI sin pedir ningún tipo de explicación. Posee entre sus pertenencias a una segunda esposa tan trumpista como él, sumisa y tratada como un felpudo y dos hijas repelentes que andan por ahí de vez en cuando. Alguna virtud más me olvido, seguro. Más recargado y de tebeo no podía ser el cabrón.
Un hijo del poli malo con problemas de personalidad graves por falta de amor paternal-maternal, que intenta ganarse el favor de su papá dominante siendo tan gilipollas como él y que además también es idiota redomado. Vemos como se mete en la guarida del león y sabemos que va a palmar media hora antes. Incluso capítulos antes.
Una policía ninguneada que no sabemos muy bien que pinta en la historia pero ahí está, deambulando de un lado para otro sin que nadie le haga mucho caso. Por cierto, tiene un marido a juego, otro personaje de tebeo tan grosero que da vergüenza ajena. Paso hasta de describirlo.
Un policía de color patoso, pusilánime, poco hábil y bastante miedoso pero que tiene un gran corazón. Eso le llevará a tener una extraña fijación con la protagonista que le salvó la vida que le infundirá valor y por la cual perderá la suya. Por supuesto, ese hecho será tan previsible como el resto.
Dos agentes del FBI que no son más que un par de brochazos mal dados deambulando por allí y en la línea de estupidez reinante. No dan para describir mucho más.
Y por último, un psicópata venido del pasado sobrenatural, que habla como si tuviera alguna tara mental, dice chorradas a diestro y siniestro y que aparece no se sabe muy bien cómo contratado para hacer un trabajito ilegal. A mi no me pregunten. El ente sobrenatural unas veces parece un animal despiadado, profesional e infalible y otras es tan gilipollas e inútil como el resto de personajes masculinos. Su final en el último capítulo me parece inenarrable. Para mear y no echar gota.
Alguno se me olvidará pero a grandes rasgos esos son los mimbres para la historia. Todos vistos mil veces y mil veces mejor realizados. Todos los adjetivos utilizados interpretados de manera sobreactuada y de brocha gorda desde el guion de este tebeo de aventurillas.
La protagonista, una dulce, frágil y algo bobalicona mujer que se va a convertir en una especie de Rambo-MacGyver invencible, de voluntad inquebrantable e inasequible al desaliento y que desde el minuto uno sabemos que esconde un secreto oscuro aunque nos lo dejen ver de manera muy sutil. Nótese el sarcasmo. Un personaje nunca visto antes.
Su familia, con un segundo marido bobalicón perdido, pusilánime, sin personalidad, infantiloide, tontito, pelele, dominado por su mamá y que se traga todo lo que diga su amorcito por inverosímil que parezca. Luego sufre un accidente tan estúpido como él y se vuelve más tonto todavía si cabe. Una hija que está ahí por requisitos de guion y solo dice tonterías y pone caritas.
Una suegra-mamá que es una especie de Cruella de Vil, omnipotente, antipática, prepotente, despiadada y falta de empatía pero que resulta que al final tiene un corazoncito escondido en alguna parte. Vaya sorpresa.
Un abogado estirado, antipático, perrito faldero de la suegra-mamá, frío, también despiadado y que sabemos cuando la va a palmar media hora antes de que pase. Y tiene un parche en un ojo, que pasada.
Un primer marido que las tiene todas. Misógino, fascista, trumpista como está de moda decir ahora, con un ramalazo homosexual, no podía faltar, maltratador, sádico, representante de la autoridad, mal marido, mal padre, mal policía, mala persona. También es capaz, con un simple chasquido de los dedos de llamar a un ejercito de "patriotas" que son capaces de dar su vida en batalla contra la policía y el FBI sin pedir ningún tipo de explicación. Posee entre sus pertenencias a una segunda esposa tan trumpista como él, sumisa y tratada como un felpudo y dos hijas repelentes que andan por ahí de vez en cuando. Alguna virtud más me olvido, seguro. Más recargado y de tebeo no podía ser el cabrón.
Un hijo del poli malo con problemas de personalidad graves por falta de amor paternal-maternal, que intenta ganarse el favor de su papá dominante siendo tan gilipollas como él y que además también es idiota redomado. Vemos como se mete en la guarida del león y sabemos que va a palmar media hora antes. Incluso capítulos antes.
Una policía ninguneada que no sabemos muy bien que pinta en la historia pero ahí está, deambulando de un lado para otro sin que nadie le haga mucho caso. Por cierto, tiene un marido a juego, otro personaje de tebeo tan grosero que da vergüenza ajena. Paso hasta de describirlo.
Un policía de color patoso, pusilánime, poco hábil y bastante miedoso pero que tiene un gran corazón. Eso le llevará a tener una extraña fijación con la protagonista que le salvó la vida que le infundirá valor y por la cual perderá la suya. Por supuesto, ese hecho será tan previsible como el resto.
Dos agentes del FBI que no son más que un par de brochazos mal dados deambulando por allí y en la línea de estupidez reinante. No dan para describir mucho más.
Y por último, un psicópata venido del pasado sobrenatural, que habla como si tuviera alguna tara mental, dice chorradas a diestro y siniestro y que aparece no se sabe muy bien cómo contratado para hacer un trabajito ilegal. A mi no me pregunten. El ente sobrenatural unas veces parece un animal despiadado, profesional e infalible y otras es tan gilipollas e inútil como el resto de personajes masculinos. Su final en el último capítulo me parece inenarrable. Para mear y no echar gota.
Alguno se me olvidará pero a grandes rasgos esos son los mimbres para la historia. Todos vistos mil veces y mil veces mejor realizados. Todos los adjetivos utilizados interpretados de manera sobreactuada y de brocha gorda desde el guion de este tebeo de aventurillas.