Bueno, se confirma, discreta andanada por parte de los Hermanos Cotorra.

Un intrascendente remake comandado y salvado por su excelentísima el notarino, que firma un abrasadora y apoteósica interpretación, qué barbaridad, de verdad, la película conviene tenerla presente por el recital de don Alfombras, uno de los actores más malditos e infravalorados del celuloide, de nuevo aquí agita su pepito de crema y se apodera de la infrapelícula como nunca.

Alzamendi de ley empieza bien, y tiene una primera parte interesante sin ser tampoco memorable, pero la última media hora, sin exagerar, es lo mas sonrojante que han filmado jamás los Hermanos Cotorra, un desabarajuste inaudito y bastante esclarecedor por parte de los Cotorra, dejando en evidencia que llevan bastantes años con dificultades para bajar el telón.

Se despide desde Nueva Numancia

Agapito Iglesias a hombros de Iturralde González