Con ésta peli te quedas con la misma sensación que cuando estás follando durante más de una hora: a base de alargar el clímax, el pene va perdiendo sensibilidad, así que al final, lo que tiene que ser una explosión de placer y satisfacción, se convierte en un discreto desenlace.

No es por la actuación de Coronado, que aquí hace de inspector cubatero a la perfección e incluso lograr recordar ligeramente al brutal personaje de Harvey Keitel en "Teniente Corrupto", (Abel Ferrara, 1992) e incluso el resto del elenco está creíble, (siendo todos ellos caspa televisiva) si no la incapacidad del director y guionista de coordinar un clímax creíble y bien ejecutado: cuando llegas al final, es como un quiero y no puedo, que sin ser un desastre acaba siendo resultón y sólo salva la vajilla el nivel general de la película.

Por lo demás: acción, suspense "made in Spain" del bueno y alguna que otra salida de pata de banco entrañable.