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España España · Almeria
Voto de Murdos:
3
Acción Gira en torno a la aparición de Stonebanks, el otro fundador del grupo conocido como Los Mercenarios, en la vida de Barney. Sus caminos se separaron cuando este se convirtió en traficante de armas, por lo que Barney se vio obligado a intentar matarle. Los Mercenarios se enfrentarán a este villano mientras se debaten entre las viejas y las nuevas tácticas de combate. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento de este film podría resumirse así:
Un vejete, interpretado por Silvester Stallone, con 68 primaveras tiene un grupo de amiguetes, la mayoría de ellos carcas, que se entretienen matando a dictadores de islas bananeras a la par que castigan el colodrillo a terroristas de otros países en su tiempo libre.
Por supuesto cobran mucho pero cuando el Gobierno de los EEUU les contrata para matar a un yayomalo interpretado por el operado Gibson no se lo piensan mucho y dicen que sí.
Podemos destacar que si sumamos las edades de estos actores Matusalén se quedaría anonadado con la cantidad de años resultantes. Es sorprendente que a las edades de más de 60 años algunos de ellos puedan realizar las acrobacias que nos muestran. Gracias a unos dobles que deberían de estar nominados a los Óscar de la técnica estos actores pasan por lo que no son: soldados entrenados y jovenzuelos en la edad del pavo.
Destacaría de la película varias cosas:
1. El vestuario: Propio de una colección de United Colors of Mercenaries tal y como cita una crítica adjunta. La cantidad de complementos que estos soldados muestran es pasmosa. Esos gorros a juego con las camisetas ajustadas, los pantalones con todo tipo de corchetes y bolsillos para guardar las pastillas de la tensión amén de otras vestimentas propias de una pasarela profesional de matones nos da una imagen realmente "cool" de la moda Mercenaria. ¿En la próxima película pasarán la colección primavera-verano?. Lo sabremos en Yayonaries 4: la venganza del andador.
2. Debido a la edad de los protagonistas. No olvidemos que yayonager tiene más de 65 años las escenas de acción están un poco limitadas. Así podemos observar que el abuelo swarsie ya sólo pilota un avión y dispara desde un helicóptero ya que si lo ponen a dar puñetazos o a correr lo más seguro es que le tengan que ponerle oxígeno después. Esto lo digo porque en una película anterior que hacía de Sheriff de un pueblo fronterizo no le quedaba ya mucho aliento para luchar en la escena final con el malo maloso de Eduardo Noriega con el flequillo a lo Cruela de Ville. De los demás no vamos a comentar mucho no vaya a ser que los pongamos en una situación embarazosa. Ahí tenemos a Stallone que anda la mar de bien en las escenas de acción aunque le lluevan misiles y piedras pómez.
3. El papel de Antonio Banderas al que también se le notan los años por mucha cirugía, maquillaje, dieta y ropita ajustada que se ponga es comparable al papel de Murdock en el equipo A solo que con menos gracia. Por mucho que se ponga en plan parlanchín hispano graciosillo la verdad es que no tiene mucho salero.
4. Dolph Lundgren tiene más operaciones que Lolo Ferrari. Con eso ya lo digo todo. Arnold también le va a la zaga al igual que Harrison Ford que se ha convertido en una auténtica pasa californiana. A los 72 años ya sólo le queda interpretar al tatarabuelo de Han Solo. Jet Li se ha hecho varios estiramientos que dejan mucho que desear. Aunque los planos intenten disimular el paso de la edad lo cierto es que no pueden enmascarar las arrugas ni aún poniendo un filtro bueno en la cámara
5. Mel Gibson está colosal como viejete malo adorable. Tiene los mismos tics que tenía en arma letal sólo que con menos pelo y más gordo. El traje negro que lleva lo estiliza mucho pero ya se ve tiene 58 tacos y la barriga no perdona.
6. La acrobacias del doble de Wesley Snipes y las del de Antonio Banderas.
7. Hay una secuencia en la que Dolh Lundgren y otro del que no me acuerdo del nombre conducen un tanque y me recordaba a la de Chewaka cuando conducía un AT-ST en el Retorno del Jedi. Es la misma escena solo que en Yayonarios Dolh se ha depilado bien.
En fin, para terminar esta crítica me gustaría adelantaros en guión de la cuarta parte a la que incorporaran nuevos protagonistas para darle más relumbrón. Uno de ellos podía ser la Momia de Tutankamon porque ya puestos seguro que les puede ofrecer escenas de acción enfebrecida a la hora de ponerla a disparar con un Kalhasnikov. Seguro que como terrorista islámico no tiene rival. En fin, como decía os adelanto el argumento:
Stalone se encuentra en un asilo geriátrico y acaba de ser informado a través de su trompetilla para la sordera que se van a pasar unos inspectores de la comunidad autónoma de California para determinar su grado de dependencia y así evaluar si continua con su pensión y tele asistencia.
Raudo, tanto como le permite su andador, llama a sus amigos viejunos que comparten asilo con él. Harrison Ford se ofrece de mil amores para apoyarle pero le deja claro que el sólo puede pilotar la silla de ruedas en la que está confinado desde que cumplió 103 años. De mil amores le ayudaría más pero los tubos de su respirador le tienen francamente limitado. Se le enredan en los elásticos del pañal.
Otro que se ofrece es nuestro adorable Arnold. Advierte a Stallone que debido a los puracos que se ha fumado durante toda su carrera no va a poder correr mucho si tiene que perseguir con la bolsa de los meados a los inspectores.
Antonio Banderas mientras tanto contará una serie de chistes y batallas de cuando hacía la mili en España. Describirá las imaginarias con el capote en la garita y sus continuos escaqueos de los trabajos en el cuartel. Aburrirá a los inspectores con estos relatos y amodorrados hará con ellos lo que quiera. Les disparará leche con las pajitas del comedor del geriátrico.
Mel Gibson con su camisón hospitalario recorrerá los pasillos del geriátrico pasando las uñas de los dedos por las paredes dejando un rastro lineal que indicará a Stallone la dirección de los inspectores para así tenderles una emboscada en los lavabos.
Finalmente el enano no muere.
Murdos
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