Como siempre he repetido, en las películas de episodios, la desigualdad suele ser la tónica de este género. “Barcelona, noche de verano” no es una excepción. Además, no todo el mundo es Cesc Gay para hacer películas de episodios tan redondas donde los capítulos basculan entre lo bueno y lo excelente. Aquí Dani De La Orden bebe descaradamente de las fuentes de Richard Curtis, de Éric Rohmer y sobre todo de Cesc Gay y su cine barcelonés que construye en base a collage de emociones. El problema es que esta primeriza “Barcelona, noche de verano” no resiste ninguna comparación con el cine que homenajea. Aunque en esta irregular y edulcorada película se advierten buenas maneras. Con un mejor guión y una producción más poderosa (incluso con actores más fogueados) Dani De La Orden será un director a seguir en el futuro. Todos tenemos un comienzo y este “Barcelona, noche de verano”, aunque es un comienzo renqueante con aroma televisivo y buenrollismo de anuncio de verano de cerveza, es una película que se deja ver más que bien y que hará las delicias a los consumidores de comedias románticas que no sean demasiado exigentes y prefieran pasar un buen rato que no les exija un gran esfuerzo intelectual. “Barcelona noche de verano” es simplemente eso, una noche de verano que todos hemos vivido, ligera y puede que perdurable, o no… pero no hay mas. Es una película amable y ligera, recomendable sobre todo si vives en Barcelona o te gustan esas películas edulcoradas donde el drama queda ahogado en azúcar glasé y alguna que otra risa.