Star (Sasha Lane) es una chica de 18 años que acepta la invitación de Jake (Shia LaBeouf) para unirse a un equipo de trabajo, son jóvenes en estado de pobreza que van en una buseta de ciudad en ciudad, duermen en moteles baratos e ingieren licor y drogas. Para subsistir, venden suscripciones de revistas de todo tipo, para lograr las ventas se inventan una serie de historias para lograr sensibilizar a las personas.

Nuevo film de la realizadora británica Andrea Arnold, quien es la escritora del guion, estrenado en el Festival de Cine de Cannes donde ganó por tercera vez en su carrera el Prix du Jury. Es una enorme epopeya de dos hora con cuarenta minutos de duración, que aborda la alocada vida de estos jóvenes, desamparados socialmente que han encontrado en el conjunto una forma de al menos mantenerse a flote, por un tiempo.

American Honey aborda sus sueños y anhelos, principalmente de los dos protagonistas, Star acepta unirse al grupo para salir de la situación incómoda en la que se encuentra, además que es más una aventura donde puede divertirse y hacer algo diferente. La ambición de estas personas es el dinero, sustento principal de la organización en la que se encuentra la sociedad en la actualidad.

Es curioso porque este largometraje trata también sobre el sueño americano, es extraño pensar en eso desde esa perspectiva porque, siendo parte de una región centroamericana que emigra (la gran mayoría de veces de forma ilegal) en busca de mejores condiciones de vida, ahora aquí se aborda algo que muchas veces se deja de lado, y es que en realidad no todo en los Estados Unidos es pura miel.

Estos personajes saben en la condición en la que se encuentran, tienen conciencia de donde están ubicados dentro del panorama social. Toda la amalgama de cómo viven es un escape a la realidad que llevan, es algo que puede resultar atractivo para una persona entrando a la mayoría de edad, más aún si en su casa no están bien las cosas. Parece una fiesta eterna y mucha diversión, pero es también una vida dura y de sueños rotos

American Honey está extraordinariamente realizada, ambientada de excelente forma, la construcción de los caracteres de estos personajes es muy buena, se meten de lleno en los papeles. Un film que puede ser un tanto largo y excesivo para cierto público, pero que logra mantener su idea y desarrollarla de forma positiva.