Llega el primer cambio de actor protagonista para la saga, interpretando al famoso agente secreto en esta ocasión, y por una sola vez, por Gerorge Lazemby. Cambio que, claramente, no sentó bien, pues venía acompañado de un pequeño bajón en la calidad, tanto de guión, como cinematográfica, en general.

Tenemos en esta ocasión 2 historias entrelazadas, la de un mafioso que quiere que nuestro protagonista se case con su hija, y la de un megalomaníaco que tiene un plan maligno para poner el mundo a sus pies.

El protagonista no es que lo haga mal, pero se echan mucho en falta los típicos gadgets de 007, y uno acaba un poquitín cansado de tanta nieve.

La peli se deja ver. No es mala, pero ni de lejos es de las mejores.