Mucho antes del UCM, ya se intentó adaptar este personaje de Marvel a la pantalla. Antes de verla ya parecía que no tenía buena pinta, pero ha superado todas mis expectativas, en el mal sentido. Y es que la película es malísima.

Grabado como una especie de episodio piloto de una serie que nunca llegó a hacerse, con un tufo bestial a telefilm de los malos, con bastantes pocos medios, poco presupuesto y unos actores bastante normaluchos. Y por cierto, el protagonista parece más bien el Tony Stark de los 70, más que Stephen Strange, tanto de pintas como por la forma de comportarse.

Ni la historia es llamativa, ni la forma de contarla atrae lo más mínimo, pues da muchas vueltas sin ir al meollo, teniendo además por medio una historia de hechiceros que prácticamente no hacen magia casi nunca, y lo poquito que hacen, es con efectos especiales y visuales de lo más baratuno, incluso para la época.
En definitiva, sosa y aburrida. Un producto deficiente.