Última colaboración entre Anthony Mann y James Stewart donde queda claro una vez mas que Mann no era el mejor director para dirigir westerns, "El hombre de Laramie" tiene el mismo problema que la mayoría de sus otros westerns, el pistolero en busca de venganza es un personaje tan plano en sus motivaciones y emociones que el espectador acaba centrando su atención en las historias paralelas mucho mas interesantes, supongo que Mann quería dotar sus westerns con una personalidad propia apartándolos de los clichés del género y lo consiguió, todos son muy reconocibles.
Para disfrutar de westerns buenos de los años cuarenta o cincuenta hay que ver a John Ford o Howard Hawks, todo lo demás es prescindible.