A este señor de mente tan privilegiada le va el agua y en particular el mar, pues parece ser que las películas que hace en este medio tienen una singularidad, se pueden más que ver. Ya fuera de broma, con Cameron al frente es raro que cualquier producción no vea la luz. Esta la vió a pesar de ser su escenario es en la mismísimas profundidades abisales. Es innovadora e intrigante y transmite en cada plano, es que este señor se lo trabaja. Durante el rodaje, Cameron permanecía casi 12 horas en el agua, y mientras realizaba la descompresión y mientras estaba en la cámara revisaba las escenas rodadas en ese día. En la película no se ve ni un solo pez en las escenas marinas, cosa rara al estar ambientada en el mar que no se cruce nada de nada, pero no tanto porque las escenas se rodaban en un depósito.